Sus sueños
tienen la medida de mis sueños.
Sus ojos
pueden ver mis ojos.
Ama lo que yo amo...
Su boca no me toca,
pero puedo escucharla.
Él cree en lo lejano;
Lo que no retorna,
lo que no llega todavia.
Se levanta en mis párpados
y de ahi hace volar lo que anhelo.
Se desplaza y permanece.
Siempre es él en todas partes
saludando al Universo.
Colma mis esperanzas
y aún no nace porque no tiene fin.
Lo encuentro en el silencio,
en la absolución de mis noches
y en el color de la tarde...
en la espesura de la hierba verde.
Pero él vive disperso
respirando en todo.
Si alguna vez llego a penetrar su alma
le daré las vendimias
de mi todo mi cuerpo...
Porque él es el amor,
él es hombre,
es pasto,
pero también es niebla.
DLR