Regalo del Señor.
De ilusiones sencillas y de andares modestos,
voy armando mi vida, de la mano de Dios,
con la humilde esperanza que circula en mis venas,
y mi esencia genuina que ilumina el amor.
Soy tan sólo una huella que procura un camino,
un sendero que busca la verdad y el valor,
de este pueblo argentino que cabalga los tiempos,
con la eterna añoranza de sentirse mejor.
Y me encuentro seguro simplemente tranquilo,
mi mañana es presente recubierto de sol,
y mi noche es reflejo de la luz de la Luna,
y mi mundo es regalo que me ofrece el Señor.
HECTOR OMAR MASI