TU HUELLA
Buscando soledad mi tarde ciega espera de la noche las estrellas, mientras mis sueños ansían agua y primavera.
Yo trato de encontrarte en la sombra de aquel árbol que tiene nuestras huellas, en su tronco buscarte, donde grabaste tu verbo alucinante, donde cantaron con el viento, las hojas tus poemas.
Más te fuiste, en luna voladora, dejándome en el cuerpo, el aroma de tu piel arrolladora.
Quedó tu corazón unido al mío atravesado por un dardo que estremeció las horas.
Fueron tiempos de amor y de nostalgia donde pudiste saciar tu alma soñadora, sembraste esperanzas con tus ojos y supiste mostrarme, con amor, el camino hacia la gloria.
Mi corazón vuela ahora siguiendo los ecos de tu beso que riman con la aurora.
Voy tras esa huella, de rimas y suspiros, que dejan en el cielo tus alas soñadoras.
Leonardo Sáenz Baez
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