¿Puede el amor
hacer enloquecer
a aquellos que lo sienten,
a aquellos en cuyo pecho
penetra
cual la saeta de Cupido?
¿Puede el amor
devorar el pecho,
hacerlo arder hasta abrasarlo,
mientras se espera
el primer beso?
¿Puede,
cual la rosa recién brotada,
ajarse su hondura
y perfección
en tan solo un instante,
¡tan fugaz!,
y agostarse para siempre
su hermosura?
¿Puede…?
Y es el hombre quien crea
lo que él mismo destruye.
A.D
SALUDOS DE TU AMIGA
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