"Los científicos, sabiendo que los fenómenos que estudian en el plano físico son análogos a los que se producen en el hombre, deberían interesarse seriamente por esta prodigiosa instalación situada en cada ser por el Creador, y que le da la posibilidad de trabajar sobre el producto de sus pensamientos, de sus deseos y de todos sus estados de conciencia, con el fin de progresar por el camino del bien. No sólo verían cómo se abre ante ellos un campo de investigaciones de una riqueza infinita, sino que se convertirían en verdaderos bienhechores de la humanidad. ¡En cambio observad la situación de todos estos científicos que han visto como sus mejores inventos fueron utilizados con fines malvados y destructivos! Incluso Einstein lamentó haber contribuido, con sus trabajos, a la construcción de la primera bomba atómica. Ahora la ciencia debe profundizar en los terrenos del pensamiento y del sentimiento, el de la conciencia."