LA PRIMERA NAVIDAD
Mientras todos los niños ayudaban en sus casas en los
preparativos para la Nochebuena, Pedro, de 7 años de edad,
trabajaba en la joyería de Don Juan para ayudar con el
sostenimiento de su casa. Don Juan era un joyero de
mucho dinero, pero al mismo tiempo, un hombre sin familia,
a quien solamente le importaba el dinero y miraba a Pedro
como un simple trabajador más no como un niño.
El día de Navidad Pedro quería retirarse temprano del trabajo
para comprar algunas cosas para la cena y ayudar a su mamá.
Contemplando en la ventada como algunos niños jugaban,
Pedro escuchó un grito que lo hizo temblar:
- ¡Pedro!, gritó Don Juan. - Si señor, respondió él - ¿Qué haces mirando por la ventana? Aún no terminas tu trabajo. - Pedro contestó:¡Hoy es navidad! hoy es el cumpleaños del
niño Jesús, hoy es un día muy especial. - ¡Pues a mi no me importa! ¡Crees que hoy vas a poder
escaparte mas temprano de tus deberes, trabaja mejor!,
replicó - Pero Don Juan, hoy quería comprar algunas cosas para
la cena de navidad, suplicó el niño. - ¡Para la cena de Navidad!, se burló el joyero. Tú lo único
que quieres es escaparte mas temprano. Hoy es
un día común y corriente; mejor sigue trabajando
si quieres mantener tu empleo. - Si don Juan, contestó Pedro muy triste.
El niño continuó trabajando, con lágrimas en los ojos.
Su corazón estaba muy triste y angustiado y temía
que Don Juan no lo dejase pasar Navidad junto
a su familia. En medio de ese aterrador pensamiento,
elevó una plegaria a la Virgen María pidiéndole
su intercesión para que pudiese pasar una linda
Navidad con su familia.
Poco después, Don Juan, inesperadamente,
gritó tan fuerte que casi se le sale el corazón a Pedro.
- ¡Pedro, Pedro ven apúrate! - gritaba el joyero horrorizado. - Don Juan ¿que le pasa? preguntó - Don Juan asustado abraza a Pedro y le dice: "Vi un fantasma, vi un fantasma! - Pedro miró para todos lados en la habitación de Don Juan y no vio nada.
Cálmese, dijo. Yo no veo nada. - ¿Me estas tratando de mentiroso?, exclamó el anciano. - No don Juan, disculpe no quise decir eso. - ¡Sigue trabajando mejor!, fue una pesadilla ¡sigue trabajando!
Don Juan seguía atemorizado por lo que según
él había visto. No queriendo permanecer ni un momento
solo se le ocurrió pedirle a Pedro que se quedara
con él hasta bien entrada la noche. "Por si acaso",
pensó. Don Juan llamó al niño y le dijo:
Pedro, necesito que hoy te quedes hasta más tarde. - Pero señor, hoy es navidad y mi familia me esta esperando. - ¡Pedro te pago el doble! - Pero Don Juan, ya tengo casi terminado mi trabajo y debo ir a casa.
Don Juan no le quería confesar que estaba asustado
y el niño lo sabía, pero él se resistía a quedarse porque
era Navidad. Entonces, se le ocurrió una magnífica idea:
"invitar a Don Juan a su casa a pasar la navidad".
Don Juan: lo invito a pasar la Navidad con nosotros
para que no se quede solo. Don Juan estaba emocionado por el ofrecimiento
de Pedro, ya que nadie lo invitaba a su casa.
por lo que sin pensarlo… aceptó.
Cuando llegaron a la casa de Pedro, Don Juan
se quedó muy impresionado porque en esa
humilde casa, había mucha alegría y generosidad.
Don Juan sonrió como nunca lo había hecho,
se dio cuenta que nunca había tenido una Navidad
y ahora la compartía con una familia muy sencilla
y amable. Sus mejillas se sonrojaron y sobre ellas
rodaron muchas lágrimas de la emoción y felicidad que sentía.
Al final de la noche, Don Juan se comprometió
a ser más justo y considerado con el niño,
y a desprenderse de sus bienes a favor de los más necesitados.
D/R
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