Luciendo tus hombros
en un escote lateral,
con paso de sirena en tus caminos
acentùas tu figura.
Deidad mística
sujeta a la promesa
del ente sin color.
Sabiduria agrietada
en el corazón desgarrado.
Alma inquieta
adoleces en tus mares.
Carnavales dibujados
en tu cuerpo cansado.
Pesadilla en los senderos
de mis reconditos recuerdos,
te veo; y apaciguas mi deseo
de tocarte.
Tal cual estuvieras a mi lado,
siento tu perfume jazmín.
Pentagrama añorando
tu circo de estrellas.
Preludio de melodía
es tu andar de sueños
Quedo abrazando
como en los cuentos
tu cuerpo aletado
en el mar de las ilusiones.