VENCERÉ.
Venceré
al dolor de la lucha cotidiana, pues guardo en mi corazón un tesoro de
sueños bellos que debo realizar.
Venceré a la soledad de mi presente pues sé que
no estoy sola en este afán maravilloso de lograr un luminoso
mañana.
Venceré
a la maldad que me rodea, pues peleo con las armas invencibles de la
nobleza y la verdad.
Venceré a la desesperanza que a veces me
agobia, pues quiero mantener encendida la llama imprescindible de la
fe.
Venceré
a la tristeza que pretende oprimir mi corazón, pues descubro muchos motivos
de alegría a lo largo de mi difícil camino. ¡Venceré a la adversidad, hoy, mañana
y siempre!
de la
red
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