La rosa colorada cogida ayer; el fuego y la canela que llaman clavel;
el pan horneado de anís con miel, y el pez de la redoma que la hace arder:
todito tuyo hijito de mujer, con tal que quieras dormirte de una vez.
La rosa, digo: digo el clavel. La fruta, digo, y digo que la miel;
y el pez de luces y más y más también, ¡con tal que duermas hasta el amanecer!
Gabriela Mistral
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