Rociado de esencias está el árbol de las ciencias, en la pared mirando, ya no acierta al retratar las conciencias. Son las jurisprudencias de sus ramas las que, lacias, se retuercen, ya no son recias. Fláccidas, ante el viento inciertas, temerosas van chascando, abiertas, las virtudes que se van cierzas.
Ángel Saguar 20/03/2011 Derechos reservados
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