Una moda humana que atrae ratones a kilómetros de distancia: vestirse con queso.
Un grupo de estudiantes impactó al mundo de la moda creando una colección de vestidos hechos enteramente de queso. Se trata de cinco vestidos que demandaron más de mil horas de trabajo y una tonelada de rico queso.
Las más deliciosas variedades se asocian en la generación de un modelo que incluye el adorno del cabello, los zapatos y una cartera. De esa forma se hace un poco de justicia y no se le otorgan a la carne.
Los talentosos aspirantes a diseñadores que se educan en la Bath Spa University bautizaron sus creaciones con nombres divertidos como Jimmy Cheese, para los zapatos y Versa-Cheese para los vestidos. Calentaron y moldearon la materia prima y utilizaron quesos duros, blandos, de cáscara roja, gruyere, cheddar, mozzarella y muchos otros.
Increíblemente lograron un producto hermoso y sensual que sólo podría ser más tentador acompañado de jamón en cubitos y aceitunas.