La humildad es virtud y no flaqueza que dignifica a quien la tiene y usa, pero muchos prefieren sus errores mantenerlos a ultranza quizás por egoísmo o por soberbia.
Rectificar errores es de sabios, mantenerlos, de necios. Si alguno más sensato se lo advierte, al sensato lo tratan de ignorante y nunca dan su brazo por torcido, y así sus yerros los convierte en dogmas desoyendo consejos y elevando su ley a los altares, pero allí en los altares, duran poco.
GERMINAL SANCHEZ
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