Las lagrimas de los ojos de mi madre, el rocío en los pétalos de una rosa, fueron cayendo en el silencio de la noche para reunirse con fuerza poderosa.
La luna contempló en sacro silencio unificación de gotas de distinto origen; hasta que una gota cayó al suelo tornándose semilla por su mal o por su bien.
Podrá florecer en una bella rosa, podrá evaporarse al calor del sol, pero la misma gota siempre será.
Gota de difuso origen germinando las entrañas de la tierra para el bien o para el mal.