Si tienes una madre todavía
Si tienes una madre todavía, da gracias al Señor que te ama tanto, que no todo mortal contar podría, dicha tan grande ni placer tan santo. Si tienes una madre...sé tan bueno que ha de cuidar tu amor, su paz sabrosa, pues la que un día te llevó en su seno siguió sufriendo y se creyó dichosa. Veló de noche y trabajó de día leves las horas en su afán pasaban, un cantar de sus labios te dormía, y al despertar sus labios te besaban. Enfermo y triste, te salvó su anhelo que solo el llanto por su bien querido milagros supo arrebatar al cielo, cuando ya el mundo te creyó perdido. Ella puso en tu boca la dulzura de la oración primera balbuceada y plegando tus manos en ternura, te enseñaba la ciencia de la vida. Si acaso sigues por la senda aquella que va segura a tu feliz destino, herencia santa de la madre es ella, tu madre sola te enseñó el camino. Más si al cielo se fué...y en tus amores ya no la harás feliz sobre la tierra, deposita el recuerdo de tus flores sobre la fría losa que la encierra.
Es tan santa la tumba de una madre, que no hay al corazón lugar más santo, cuando espina cruel tu alma taladre, ¡ ve a derramar, allí, tu triste llanto!
~Autor:Heinrich Neuman Aleman~
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