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VIAJE SIN CHILLIDOS
En un reciente vuelo en avión había dos chicos que no estaban felices de encontrarse allí e interrumpían la paz de los demás pasajeros. Sus gritos y quejas se escuchaban por toda la cabina, mientras brincaban por encima de los asientos y corrían por los pasillos.
Los padres hicieron lo imposible por calmarlos, pero nada funcionó. Al fin se rindieron y dejaron a los chicos portarse como unos salvajes.
Ante el comportamiento de los dos niños, era obvio que no estaban acostumbrados a recibir disciplina.
Justo antes de despegar una azafata se dirigió a los niños y les preguntó?
-¿Qué son todos esos chillidos que oigo?
Luego se inclinó sobre ellos y con una gran sonrisa les dijo:
-Debo recordarles que este es un vuelo libre de chillidos.
Increíblemente los pequeños se tranquilizaron, y para el alivio de los demás pasajeros,no volvieron a gritar ni a moverse en todo el vuelo.
El comportamiento de tus hijos afecta a todos a su alrededor. Enséñales a respetar a los demás haciendo de cada día un viaje sin chillidos.
Hay dos injusticias que pueden acontecerle a un hijo:
Una es castigarle por algo que no hizo. La otra es permitir que se salga con la suya por algo que él sabe que está mal.
Proverbios 22,6:
Instruye al niño en su camino y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
De "El Libro Devocionario de Dios para los Padres"
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