AYUDA
Si de veras quieres ayudarme:
No camines por mi, déjame caminar por mi camino;
no hables por mi, déjame hablar y escúchame;
no llores por mi, déjame llorar y acompáñame;
no decidas por mi, déjame elegir y respeta mis decisiones;
no te arrojes al agua por mi, deja que aprenda a nadar;
no me impongas tu experiencia, déjame hacer la mía;
no aciertes por mi, déjame aprender equivocándome;
porque yo crezco más con mis errores que con tus aciertos.
René Trossero