EL BENEFICIO DE LA ACEPTACIÓN
La mente debería ser como el agua de un estanque, que cede ante
cualquier cosa que se introduce en ella. No pone resistencia alguna.
Y como siempre cede, nada puede dañarla.
Podemos intentar golpearla con el objeto más pesado o cortarla con
el arma más afilada, pero nunca conseguiremos herirla.
El agua consiente lo que le viene desde fuera y se deja atravesar.
A veces, intentamos endurecernos, volvernos firmes como la piedra,
impenetrables. No nos damos cuenta de que al oponer resistencia
es justamente cuando salimos heridos.

Si fuésemos como el agua y nos dejáramos atravesar en lugar de
pelearnos con lo que nos sucede, nos volveríamos invulnerables.
Nada podría lastimarnos, nada nos desgarraría.
Dejaríamos que las cosas nos atravesasen para luego recomponernos
y volver a la calma.
Aceptar que cada cosa es lo que es, en su máxima expresión, significa
justamente eso: convertirnos en un estanque de agua.
Alan Watts

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