MAREA ALTA, MAREA BAJA
¡Qué imprevisible e incomprensible es la naturaleza humana!
De año en año, día tras día, te mueves entre hombres y cosas.
A veces, brilla el Sol, aunque no sepas el porqué. Estás contento.
Miras el lado bello y bueno de la vida. Ríes, das las gracias, bailas.
Tu trabajo va bien. Todos son amables contigo. Quisieras que estos
momentos de paz y profunda alegría, no terminaran nunca. Pero...,
de golpe, todo ha cambiado.
¡Es como si un sol demasiado fuerte atrajera a las nubes! Estás lleno
de una tristeza que no eres capaz de explicar. Lo ves todo negro.
Estás convencido de que no importas a los demás. Por cualquier bobada
te lamentas, te vuelves gruñón, celoso y ofensivo. Piensas que siempre
será así y que ese mal humor nunca acabará. Y, de nuevo, no conoces
el porqué. ¿Por qué ha de ser así? Porque el hombre es una migaja de
"naturaleza". Con días de primavera y días de otoño, con el calor del
verano y el frío del invierno. Porque el hombre sigue el ritmo del mar:
marea alta, marea baja. Porque nuestra existencia es un continuo
alternarse entre "vivir" y "morir".
PHIL BOSMANS
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