SUFRIMIENTO
Es posible que nada te cause tanto sufrimiento como tu miedo a sufrir.
Por temor de sufrir tu soledad, sufres el tormento de una mala compañía.
Por temor de sufrir el corte de una relación, sufres por años el infierno de
una mala pareja.
Por temor de sufrir el peso de las responsabilidades de un adulto, sufres de
por vida el pesar de obrar como un niño inválido.
Por temor de sufrir a causa de tus errores, sufres las consecuencias del
terrible error de no comprometerte ni jugarte nada.
Por temor de sufrir el rechazo de los otros, sufres en tu soledad y en tu
aislamiento sin nunca salir hacia el encuentro.
Por temor de sufrir que alguien no te quiera, sufres por comportarte tan
huidiza o posesivamente que logras que todos huyan de tu lado.
Por temor de verte sin dinero, sufres por no querer disfrutar del
dinero que hoy tienes.
Por temor de que un hijo de un mal paso, sufres la pena de verlo
sobreprotegido e inmaduro, incapaz de dar un paso por sí solo.
RENÉ TROSSERO
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