La oración es lo único que puede efectuar un cambio en tu vida.
Si tu voluntad va directamente a Dios mediante una oración
sencilla y afirmativa, podrás curar tu cuerpo, traer paz y armonía
a tu vida, y hacer una realidad del bienestar.
A veces viene el desánimo cuando la respuesta no se recibe
inmediatamente, pero Dios está trabajando en el plano invisible,
y lo que a nosotros nos toca es ser persistentes. La persistencia
en la oración es una expresión de nuestra fe, ya que mediante
nuestra persistencia estamos afirmando nuestra creencia en
que la respuesta de Dios será evidente.
“…la necesidad de orar siempre, y no desmayar”. (Lucas 18:1).