Estimados estudiantes de la Verdad, la Era de la Liberación se encuentra a la vuelta de la esquina, como quien dice. Los primeros signos de esta tan esperada Perfección están comenzando a perfilarse y pronto un mundo hermoso se hará presente, eliminando toda fealdad y desasosiego, donde la paz, la belleza y la alegría reinarán dentro de cada ser viviente y por consiguiente la pobreza, dejarán de ser parte integral de nuestro diario vivir. Si Uds. Están interesados en que esto ocurra, lean, escuchen con atención y pongan en práctica, lo que van a aprender y sobre todo sepan que, aquello que ayuda a la humanidad a elevarse, aquello que bendice todo signo de vida, aquello que nos brinda belleza, paz, abundancia, perfección, amor y liberación a todos, sin importarle afiliación, creencia o convicción religiosa, nos viene del Ser que nos ha creado y ese ser es Dios.
Desde que el mundo es mundo, desde que existe la humanidad todo bien que se ha disfrutado, primero ha sido pensado, ha nacido como una visión mental y una emoción, un deseo en el corazón de algún individuo, antes de que se convirtiera en un hecho tangible, en una manifestación externa, para el beneficio de la humanidad. Dentro de este sentir podemos catalogar el deseo, las ansias que sentimos todos de liberar nuestro mundo de toda cosa negativa.
El propósito de este compendio es el de familiarizar a la humanidad con un mayor conocimiento de Dios y sus Mensajeros y del Esquema o Plan divino que Él tiene para todos y para el Planeta Tierra, a la par que hacerles saber que el momento de oportunidad cósmica se ha abierto para instruirlos en cómo colaborar en este momento tan importante para el futuro de todos.
Es cierto que solamente existe un Dios, pero también es cierto que como Dios, Él es todo en todo y en todas y cada una de las partículas de vida. Él se encuentra presente. Por eso se le llama el Omnipotente. Él tiene muchos Mensajeros que colaboran y ayudan en Su plan. Todo organismo vive, respira, se mueve y tiene su ser, en el mismo cuerpo, inteligencia y amor de Dios, en todo tiempo.
Podemos notar que en el Universo existe un número incalculable de galaxias, constelaciones y sistemas planetarios, en los cuales lógicamente se supone debe existir algún tipo de vida. En nuestro planeta Tierra existen encarnados cerca de cinco millones de personas y una infinita variedad de animales, vegetales y minerales, todo lo cual es una manifestación de Vida y por consiguiente todo ello es parte de Dios. Dios tiene mensajeros de diferentes grados, los cuales actúan e informan de las actividades que tienen lugar en estos diferentes planos de vida. Esto puede ser comprobado Leyendo el libro de los Libros que es un compendio de Sabiduría, la Santa Biblia, donde veremos el uso que hace Dios de Sus Mensajeros dentro de las actividades desarrolladas en los diversos planos de existencia.
Todo individuo que ha vivido en la Tierra (o en otro planeta) y ha alcanzado la Victoria de la Ascensión, como la alcanzó Jesús, se convierte en un Mensajero ascendido y es un verdadero Mensajero de Dios. Al igual que Jesús, existen miles de Mensajeros o Maestros; existe un ser Mensajero de Dios en cada Departamento de la Vida. Algunos trabajan con individuos, otros con grupos o naciones, con el Reino Elemental, con la Naturaleza, con los animales y con toda presencia de vida.
La humanidad en su totalidad se ha olvidado de las Leyes Cósmicas que rigen a la Tierra y de que existe un Esquema Divino que, cuando es seguido, llena de felicidad, amor y paz al mundo. Ella se ha olvidado de la Gran Jerarquía Espiritual que la ha protegido y ha tratado de evitar que se destruyan los unos a los otros, inclusive que destruyan al planeta mismo. Esta Gran Jerarquía es conocida como la “Gran Hermandad Blanca” y está compuesta por Grandes Seres Ascendidos, muchos de los cuales han morado en la Tierra, encarnado en cuerpos humanos, igual que todos vosotros, y que mediante el entendimiento y aplicación correcta de la Ley han podido pasar a un nivel superior de servicio. Estos Seres Ascendidos han preferido permanecer en nuestro plano en vez de servir en otros en donde no existe el caos y sí la perfección (léase el Libro Antaura de Elina Sansón), para ayudar a la humanidad cuando su ayuda es solicitada, ya que, por Ley cósmica no les es posible interferir en el libre albedrío de los hombres.
Es con el fin de establecer un punto de contacto entre la Humanidad y la Divinidad que esta enseñanza ha surgido. Para dar la iluminación de Dios a todos aquellos que la deseen y enseñarles los pasos que tienen que dar hasta que todas las naciones, credos, razas y filosofías, lleguen a sentir aunque sólo sea tolerancia y hermandad por los demás, de tal modo que cada persona pueda seguir sus sentimientos o impulsos y así expandir Luz y poder realizar lo indicado por el propio Maestro Jesús: “Venga a nos Tu Reino y hágase Tu Voluntad aquí en la Tierra como en los Cielos”.
El objetivo de toda verdadera religión a través de la Historia ha sido siempre el de ayudar a todo individuo sincero en su búsqueda de la Verdad, para hacerlo encontrar a Dios dentro de su propio corazón y no en un punto en el infinito; el encontrar a Dios vivo, dentro de sí mismo, haciendo latir su corazón, proporcionándole Vida e Inteligencia. Entonces, habiéndole hecho encontrar su Fuente, permitirle cortésmente el privilegio honroso de dirigir su propia vida para que el Esquema o Plan Divino pueda ser realizado.
En la Religión Budhista hablan de lo que el Gran Gauthama Budha hizo hace más de 2.500 años; en la Religión Judaica lo hacen acerca de lo que Moisés dejó escrito hace 5.754 años; los Mahometanos hablan de lo que Mahoma dijo hace 1.400 años y en la Religión Cristiana las Iglesias predican el mensaje que Jesús nos trajo hace ya 2.000 años. Sin contar otros seres que han iluminado la inteligencia de los hombres con los Mensajes de Dios. Pues bien, todos ellos fueron Mensajeros divinos, quiero decir que fueron hombres trayendo un mensaje de Dios a los demás hombres y como tales fueron reconocidos. Después de haber ascendido a un plano superior ellos siguen siendo Mensajeros de Dios, pertenecen a la “Gran Hermandad Blanca” y siguen tratando de ayudar a la humanidad en el grado en que ésta acepta ser ayudada. Estos Mensajeros obtuvieron su Ascensión igual que la obtuvo Jesús y se han unido al grupo de “Mensajeros de Dios” que aman y sirven a la Humanidad. Ellos continuarán en este servicio por eones de tiempo hasta que cada individuo, perteneciente a este planeta, haya alcanzado lo mismo que ellos y la Tierra exprese Paz y buena voluntad para todo tipo de vida.
Antes de proseguir debo aclarar ciertos puntos sobre lo que nosotros creemos y enseñamos: nosotros creemos que Dios es un Dios de amor y no un Dios de castigo. Que es la voluntad de Dios que toda chispa de vida en el universo se sienta feliz y cómoda. Creemos en la ley del círculo, o sea, que todos cosecharán aquello que siembren, sea en pensamiento, sentimiento y obra, en algún tiempo, lugar y forma. Creemos que cada individuo es causante de la felicidad o desdicha que ocurran en su mundo, y en el mundo entero.
En cada Era, ciertos individuos, los cuales han sido entrenados a través de los siglos con el fin de servir de enlaces con los Grandes Maestros, se preparan para obtener el contacto con la Hueste Ascendida de Luz, y así han podido traer sus mensajes a la humanidad. Los Profetas han podido hacer esto. A través de la historia encontramos relatos de estos contactos. Muchos de ellos han podido ver a los Ascendidos Maestros, otros han oído sus palabras, pero solamente aquellos que están entrenados para este servicio, han podido transcurrir en forma que se pueda comprender y creer el mensaje recibido.
Muchas organizaciones o Instituciones Mensajeras de la Verdad conocen a la Hueste Ascendida de Luz y se dedican a colaborar con ellos para asistir a la Humanidad, estando en contacto con la “Gran Hermandad Blanca”. Estas Organizaciones se ocupan de transmitir a la humanidad, la actividad diaria de las Altas Jerarquías, cosa que de otro modo tardaría años y aún siglos en conocer.
A través de estas fuentes de información hemos recibido instrucciones detalladas sobre la creación de los planetas, el conocimiento de las llamas o rayos de vida, de sus directores, de los arcángeles; de los elohims y de muchas otras cosas que los seres humanos jamás pensaron llegar a conocer, a pesar de sentir el acicate de la curiosidad impulsándolos a investigar.
El designio divino de que “Sea igual en la tierra como en los cielos”, ha sido dividido en siete rayos conocidos también como “llamas” o “departamentos”. La actividad y los Directores de cada una de estas llamas o rayos, es la siguiente:
PRIMER RAYO:
Su color es Azul y representa la Voluntad de Dios, la Fe, la Fuerza y el santo Poder.
Su Director es el Ascendido Maestro “El Morya”, o sea, El Chohan de ese rayo. Las personas pertenecientes a ese rayo son generalmente de tipo ejecutivo, tienen ilimitada energía y el poder y habilidad “para hacer bien las cosas”.
SEGUNDO RAYO:
Su color es Amarillo oro; representa la Sabiduría, Equilibrio e Iluminación. El Ascendido Maestro Confucio es su Director o Chohan. A este rayo pertenecen los Maestros y en ellos, como Instructores, sobresale el Corazón comprensivo. Su trasanterior Director fue el “Ascendido Maestro Kuthumi” quien ahora es Director mundial junto con el “Maestro Lanto”, quien sucedió a Kuthumi en la dirección de este rayo y a él luego lo reemplazó el “Maestro Confucio”.
TERCER RAYO:
Su color es Rosa que representa el Amor, Adoración, Belleza y Fraternidad divina, la “Ascendida Maestra Lady Roweena” es su Directora. Las personas que pertenecen a este rayo son generalmente tiernas y llenas de compasión y amor. Su anterior Director fue el Maestro Ascendido Pablo el Veneciano.
CUARTO RAYO:
El color de este rayo es el Blanco, simboliza la Pureza, Resurrección y Ascensión. Su Director es el Ascendido Maestro Serapis Bey. Las personas pertenecientes a este rayo son por lo regular los artistas, músicos, arquitectos, pintores, etc. y poseen una gran paciencia.
QUINTO RAYO:
Este es el rayo Verde de la Verdad y la Exactitud de la Ley. Su Director es el Ascendido Maestro Hilarión quien en una de sus anteriores encarnaciones fue el Apóstol san Pablo. A este rayo pertenecen científicos, médicos, enfermeras, y todas aquellas personas relacionadas con la curación.
SEXTO RAYO:
Sus colores, Oro-Rubí representan la Paz, Ministerio y Servicio a la Vida. El Ascendido Maestro Jesús fue un tiempo Director de este rayo, luego fue ascendido a Director Mundial y pasó a ocupar este puesto su actual Directora Ascendida Maestra Lady Nada, ella es el Chohan de este rayo y su principal cualidad es el Amor. Ministros Religiosos, Misioneros, Sacerdotes, Rabinos, etc. y todos los que sienten gran devoción hacia Dios pertenecen a este rayo al igual que todos aquellos que rinden servicio a la humanidad sin buscar reconocimiento.
SÉPTIMO RAYO:
Este es el rayo Violeta de la Misericordia, la Transmutación y la Libertad. El Ascendido Maestro Saint Germain es el Director de este rayo al igual que de la Tierra durante los próximos 2.000 años. Esta Llama Violeta es el instrumento que transmuta todo error y energía usada imperfectamente en Perfección y, mediante su uso dinámico, la humanidad podrá redimir a la Tierra. Las personas que pertenecen a este rayo poseen un gran talento para expresarse y generalmente sienten un gran amor por la libertad en todas sus líneas de actividad.
Como he indicado anteriormente los Grandes Maestros Ascendidos suelen ponerse en contacto con nosotros dejándose ver, hablándonos e indicándonos qué debemos hacer, pero esto nunca sucede bajo una condición de trance mediunímico o haciéndonos perder el sentido o control de nuestro cuerpo de la mente. Tampoco existe la propia glorificación o engrandecimiento por el hecho de haber sido escogido. Quiero puntualizar que esta actividad no está conectada en ninguna forma con el espiritismo. A pesar de que el espiritismo ha rendido un gran servicio probando que sigue existiendo la Vida después de que el ser ha pasado por esa experiencia llamada “muerte”, sin embargo, no hay que olvidar que los seres con quienes los “mediums” suelen conectarse son los llamados muertos, quienes, por el hecho de haber desencarnado no adquieren mayores conocimientos que los que tenían al dejar este plano, por lo tanto, o dan informaciones intencionalmente erróneas tratando de burlarse de sus consultantes (los llamados espíritus burlones) o asumen actitudes evasivas que nada dicen. Es muy perjudicial el llamar o invocar a personas muertas debido a que esto les retrasa su progreso o evolución. El verdadero contacto con los Ascendidos Maestros es el ascender o subir nuestro estado de conciencia para poder conectarnos o encontrarnos con la de Ellos. Cuando nos conectamos con los Maestros Ascendidos nos damos idea de que Ellos están llenos de Amor y Sabiduría de Dios, que sus instrucciones son verdaderas y que seguirlas libertará a la Humanidad.
El verdadero contacto está siempre en el control de la mente y del cuerpo y hay que saber que los Ascendidos Maestros nunca trabajan en la Oscuridad, sino siempre en la Luz Brillante.
Muchos individuos ven y oyen en los niveles internos de su conciencia y también reciben impulsos que les son ventajosos en el gobierno de sus propias vidas, pero estos individuos no han sido escogidos por los Ascendidos Maestros para ser un instrumento que esté calificado para impartir una Instrucción Mundial.
Es preciso comprender que cada persona ha surgido del propio Corazón de Dios, que verdaderamente cada individuo es un Dios en embrión. Ustedes mismos escogieron encarnar en la Tierra con el propósito de adquirir la Maestría de todas las energías y sustancias que son pensamientos, emociones, palabras y acciones.
Cuando ustedes logren esto y hayan purificado y armonizado toda la energía prestada por Dios a ustedes y hayan llenado de Amor Divino su propia Existencia, entonces ustedes se convertirán en candidatos para la Ascensión. Entonces, al cierre de su encarnación ustedes pueden convertirse en Maestros Ascendidos, como lo hizo Jesús, siempre libre de toda imperfección. Esto es conocido como el regresar al Corazón de Dios, de donde venimos.
Para recordar:
Dad, Señor, para mis días,
paz a los espíritus, a los corazones,
a las familias y a todas las Naciones.
Que la Paz, cubra
con los siete colores inmortales del Iris,
toda la tierra santificada en el Señor.
Amentihu
Del Libro del Tercer Testamento
Plegaria del Sábado