EL CABALLO NEGRO.
Pasemos al CABALLO NEGRO. Dice la Biblia: “He aquí un Caballo Negro y el que lo montaba tenía una balanza en la mano y oí una voz que decía: dos libras de trigo por un denario y seis libras de cebada por un denario; pero no dañes ni el aceite ni el vino”. Nuestra civilización occidental ha montado definitivamente el Caballo Negro, desde más o menos la Edad Media. El Renacimiento redescubrió el Intelecto y esto fue maravilloso, pero el desarrollo intelectual creció con detrimento del desarrollo espiritual y así la mente del hombre trabajó con miras de lucro y muy poco con miras de amor, así ha sido que hemos construido una civilización que encarece la vida y todo lo que dé confort y felicidad al hombre, mientras gasta sumas enormes para idear artefactos destructivos que nos llevan a la ruina y a la infelicidad. Todo esto ha sido el Montar el Caballo Negro. Es decir, usar la mente sin amor. Actualmente, el mundo está montando de una manera rabiosa y definitiva el Caballo Negro que nos lleva a la destrucción y la rutina. La carestía de artículos de primera necesidad, una enconada lucha fría en donde la ambición priva por sobre todo otro concepto, es el vergonzoso espectáculo que están dando las naciones en pleno siglo XXI.
Continua....
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