Pasemos al CABALLO ROJO o BERMEJO. Dice la Biblia: “y corrió otro Caballo bermejo y se le dio poder de desterrar la paz de la Tierra, que se matasen unos a otros y se le dio una gran espada”.
¿Qué representa el caballo rojo? Representa el Cuerpo o Campo emocional. La mente humana consta de dos partes: Intelecto y Sentimiento. Todo pensamiento lleva dos partes: una conteniendo sabiduría y otra sentimiento. La sabiduría pertenece al Cuerpo intelectual y el Sentimiento al Cuerpo emocional. En algunos pensamientos, el porcentaje de sabiduría es mayor que el del sentimiento; en otros es al revés. Para poner un ejemplo, cuando estamos ocupados en matemáticas hay un porcentaje intelectual casi total, ya que allí el sentimiento aparece casi ausente; nadie se emociona al comprobar que dos lados de un triángulo juntos son mayores que el tercero; pero sí hay algo de emoción al comprobar que tenemos el conocimiento y sabemos aplicarlo con exactitud. Si, por el contrario, nos ocupamos de una discusión política, filosófica o simplemente de un evento deportivo, el porcentaje emocional que gastamos es muy superior al intelectual. Es muy peligroso permitir que las emociones nos gobiernen, siempre se ha dicho que “EL SENTIMIENTO ES MUY MAL CONSEJERO”. Esto es montar el Caballo rojo y cabalgar sobre él nos destruye, bien dice la Biblia que “se le dio el poder de quitar la paz de la Tierra”. Quien cabalga este caballo no tendrá paz ni se la dará a quienes le rodean.
Una naturaleza emocional fuerte es un don espléndido si la mantenemos bien controlada; pero si ella nos gobierna a nosotros, seremos destruidos.
¿Cómo sabemos si montamos el Caballo Rojo? Bueno, si es que peleamos por cualquier cosa, si nos indignamos por nimiedades, si nos irritamos con las noticias de la prensa, si nos dejamos emocionar por cosas que no nos incumben, si lloramos con todo el que llora en vez de tratar de consolarlo llevándolo a un plano de emoción positiva, en lugar de afligirnos junto a él, si estamos sonando con todo lo que nos toca el sentimiento jineteando el Caballo rojo. Hay que vigilar esto.
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