Una de las Enseñanzas espirituales más maravillosas que tenemos hoy en día, se le adjudica al Amado Señor Gautama Buddha (hoy Señor del Mundo) en cuanto al APEGO como la fuente una de SUFRIMIENTO y, por ende, de la necesidad de reencarnar. Considerando que nuestro principal objetivo en este salón-de-clases Tierra es Ascender (esto es, salir de la rueda de encarnación y muerte) y que Gran Hermandad Blanca está abocada a ayudarnos primordialmente en este empeño, es éste un tema de importancia primordial para todo estudiante serio en el Sendero Espiritual. Mucho hablan al respecto los facilitadores y un sinnúmero de páginas se le ha dedicado al tema en los libros de espiritualidad, pero... ¿realmente estamos poniéndolo en práctica en nuestra vida diaria? Esta pregunta nos conduce obligadamente a formular la segunda: ¿Estamos realmente comprometidos con lograr la Ascensión... cueste lo que cueste? Consideremos lo que al respecto nos dicen los Maestros Ascendidos, comenzando por el Amado EL MORYA [tomado de "Diario de 'El Puente a la Libertad'-EL MORYA"]:
EL DESAPEGO A PERSONAS, SITIOS, CONDICIONES O COSAS
(Noviembre de 1956)
El mundo emocional (cuerpo de deseos) fue creado y ha sido sostenido a lo largo de las edades en, a través y alrededor de toda inteligencia auto-consciente con un Propósito Divino. Ese Propósito es el de dar vida (v.g. energía) a ideas visualizadas y a convertirlas en formas manifiestas. Cuando el mundo emocional vuelva a utilizarse desprendidamente como una fuerza creativa apropiada para energizar pensamientos-forma, así como también para sostenerlos y expandirlos para bien de la totalidad de la raza humana, habrá realizado su Propósito Divino. Sin sentimientos profundos, sinceros e impersonales (si bien fuertes), no hay idea, visión, pensamiento-forma ni movimiento mundial (sea espiritual o secular) que pueda nacer o vivir y ser sostenido en el mundo de las apariencias físicas. El servicio del Primer Rayo consiste en entrenar de tal manera al mundo emocional de los chelas (así como también el de la humanidad entera), de los ángeles aprisionados y elementales de manera que puedan utilizar sus sentimientos como Dios pretendía para energizar y exteriorizar en obras prácticas, los Conceptos Divinos e Ideas recibidas en la conciencia externa.