Virtudes:
Fortaleza
Perseverancia
Valor
Cortesía
Confianza en sí mismo
Detallista
Efectos sobre patrones mentales a transmutar:
Formulismo
Intolerancia
Orgullo
Estrechez mental
Criterio superficial
Engreimiento
Virtudes a adquirir:
· Comprensión de la unidad · Amplitud mental · Tolerancia · Humildad · Benevolencia · Amor
El Orden o Magia Ceremonial:
La energía del séptimo rayo, al mismo tiempo que promueve la elevación del individuo y su inserción en el todo de una sola corriente, organiza las fuerzas a través de un ritmo riguroso y constante.
Esta energía poderosa está entrando en manifestación cíclica, trayendo hacia el planeta una nueva conciencia y nuevas formas de vida, que no apuntan a las personas por separado, sino a la humanidad en su totalidad.
Con la entrada de esta energía vemos que se unen personas de diferentes razas, países y clases sociales para un mismo trabajo. De esta relación heterogénea surgirá una síntesis.
El séptimo rayo conduce, pues, a la unión en el mundo, haciendo que las naciones, los individuos y los grupos se sientan incluidos en un gran "ser planetario". Esa energía está erradicando al personalismo y llevándonos hacia una conciencia global.
Adviértase que el séptimo rayo, energía del orden y la organización, del ritual y el ceremonial, trabaja en conjunto con el primero y el tercero.
El primer rayo de Voluntad-Poder tiene la fuerza para hacer que el plano evolutivo se manifieste; el tercer rayo, energía que nos ayuda a que seamos adaptables en nuestras actividades, nos prepara para recibir lo nuevo en nuestras vidas.
El séptimo rayo funciona como energía constructora de nuevas formas dentro de la sustancia material; junto con el primero y tercer rayo está acarreando transformaciones básicas para el planeta y para la humanidad que lo integra. Por ejemplo, el sentimiento religioso; en vez de observarlo con fechas y horarios marcados o a través de religiones organizadas, se convierte (con el séptimo rayo) en una actitud permanente en nuestras vidas y no depende de factores externos.
Otra transformación derivada de esta energía habla respecto de los ideales, entre los cuales están la fraternidad, la buena voluntad y el altruismo, que con la entrada del séptimo rayo dejarán de ser sólo un enunciado y se convertirán en una verdadera vivencia.
El tercer obsequio del séptimo rayo se refiere a la superación de las ideas de nacionalismo, sectarismo, separatividad, e incluye el descubrimiento de que no hay diferencia entre espíritu y materia.
Un nuevo sentido de la constitución de los grupos es otra contribución del séptimo rayo. Así veremos el sentimiento religioso unido a la precisión científica y la fuerza política unida con la cultura espiritual.
La energía de síntesis, a través de la cual buscamos un contacto cada vez mayor y más consciente con nuestro centro interno de manera que nos sentimos ligados a todo lo que existe y con todo el universo, desde las criaturas más próximas a las más lejanas, es otra característica del séptimo rayo.
La forma en que nos expresamos oralmente, gesticulamos, o caminamos, componen nuestro ritual. La velocidad con que pensamos, el ritmo de nuestros sentimientos, forman un ceremonial al que tenemos que entregarnos organizada y conscientemente, perfeccionándolo. Cuanto más nos dedicamos al ritual natural, que tiene que ver con los ritmos de la naturaleza y desechamos los rituales artificiales, pensando en el bien del otro, más nos transformamos en un punto de atracción de la energía pura.
Contrariamente a lo que se puede suponer, somos libres cuando conseguimos un ritmo interno. Mientras seguimos impulsos y ritmos artificiales podemos satisfacer nuestros deseos, pero no nos estamos liberando.
El séptimo rayo, a través del orden, nos lleva a descubrir la liberación en el ceremonial interno, que se refleja en la belleza y en la armonía de la vida externa que, con el tiempo, ha de ser restaurada en el planeta.