La Ley de Causa y Efecto dice:
"recibiremos el efecto de todo lo que causemos"
También fue llamada "acción y reacción" donde se afirmaba que, a "cada acción" corresponde una reacción.
Esta Ley es la gran maestra a través de la cual hemos aprendido, ya que nos lleva a recibir todo lo bueno y malo que hacemos.
Si el ser humano, ante cada cosa que le sucede, se preguntara qué hice?, encontraría la clave para vivir feliz ya que no repetiría todo lo que daña y acrecentaría todo lo bueno.
De ninguna manera significa un castigo, ni la Ley del "ojo por ojo" como equivocadamente se la llamó, por eso si se aprende inmediatamente después de cometido el error, el efecto se disuelve.
Es importante tener claro esto porque si una vez detectado el error damos paso al autocastigo, estamos ocasionando un daño muchas veces mayor que el original.
Nacemos de Dios y volvemos a El, exhalamos e inhalamos, todo va y vuelve como si fuera un boomerang; esto es la Ley, nada es casual, todo es Causal. Vamos a verla en función de nuestro manejo diario de energías.
Tenemos un cuerpo físico, compuesto de materia densa que no tiene de por sí vitalidad. La vitalidad de este cuerpo se la da otro que se llama doble Etérico que está compuesto de materia más sutil, envuelve cada átomo del físico, dándole vida y resultando por esto un doble perfecto. Está interpenetrado con él y excede sus límites formando así lo que llamamos aura.
A continuación de éste se encuentra un campo psicotrónico o electromagnético que tiene una frecuencia acorde a nuestra evolución que se llama Tela Búdica. Tiene por objeto proteger al etérico y separarlo del Emocional.
A este campo nada negativo externo puede dañarlo, sólo las emisiones de baja frecuencia que son emitidas por nosotros, es decir, de adentro hacia afuera, le bajan su velocidad dejando toda la zona por donde pasaron vibrando a la frecuencia de la emisión.
La energía sale de nosotros, va hacia donde la emitimos y por Causa y Efecto,SIEMPRE, vuelve y ahora tiene por donde entrar: la zona por donde salió. Entra, se pega al Etérico, produciendo como primera medida una enfermedad o molestia a nivel físico y comienza a atraer energías iguales produciendo a nuestro alrededor grandes masas de energía de distintas calificaciones que atraen a nuestra historia situaciones afines.
ESTO ES EL KARMA.
Entonces empezamos a padecer aquello que ocasionamos hasta el momento en que de tanto sufrirlo, aprendemos. Por ejemplo, si padecemos la agresión aprendemos a no agredir. El tiempo que tardamos en aprender depende exclusivamente de nosotros. Si tenemos claro que sólo tenemos a nuestro alrededor lo que hemos emitido,DEJAREMOS DE BUSCAR RESPONSABLES AFUERA para preguntarnos "qué hice?" y así revertir.
A la Tela Búdica sólo la reconstruye una emisión positiva con la misma calificación que la negativa, es decir, a una masa de energía de agresión, sólo la disuelve una energía de amor.
Recordemos que existe una LEY DE POLARIDAD que dice que los opuestos son iguales.
Como todas las leyes, la ley de Causa y Efecto, cuando aprendemos a usarla para bien atrae a nuestra vida toda la felicidad.
A través de ella disolvemos sin sufrimiento todo lo que tengamos como deuda karmica y podemos, emitiendo positivamente, atraer todo lo que necesitemos para vivir bien.