¿Qué dice la Biblia acerca del anticristo?
Una explicación acerca de un tema fascinante que muchas veces es malinterpretado.
El Anticristo
El anticristo es el adversario de Cristo. Así como Jesús vino a la tierra para hacer la voluntad de Dios; el Anticristo vino para hacer la voluntad de Satanás, y él mismo será Satanás manifestado en forma de hombre.
Toda la ambición de Satanás es ser como Dios en fuerza y poder, y trabaja por esto arduamente lo más que puede, día y noche. “El cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios.” 2 Tesalonicenses 2:4. Su intención es reemplazar a Dios y enviar al Anticristo para que esto pase. El Anticristo negará la necesidad de Dios, y él mismo se declarará como el gobernador de este mundo.
¿Pero qué clase de mundo estaría dispuesto a aceptar como Señor al emisario de Satanás? ¿Es posible que este mundo en el que vivimos ahora llegue a tal grado?
El espíritu del Anticristo
El espíritu que prevalece en el mundo es el “espíritu del Anticristo”, y ha estado en el mundo trabajando desde los primeros días de la iglesia (1 Juan 4). Este espíritu se puede resumir como todo espíritu que no confiesa que Cristo ha venido en Carne. Este afirma que Jesús ha hecho algo que nosotros ya no tenemos que hacer, dice que Jesús era divino y que no tenía los deseos y pasiones que tiene un hombre natural, y que por eso no pudo pecar.
Pero si creemos en lo que está escrito en la Palabra de Dios, Jesús tenía la misma carne y sangre que nosotros.
“Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo.” Hebreos 2:14
Jesús tenía las mismas pasiones y deseos, esa fue la causa por la que fue tentado, y por eso tuvo que luchar para no pecar. Él tenía el Espíritu Santo de Su Padre para guiarlo, fortalecerlo y ayudarlo. Por causa de Su vida, esta posibilidad de seguirlo está abierta para nosotros, y por lo tanto podemos ir en el camino que Él abrió a través de la carne y de regreso al Padre.
Esto significa que tenemos que esforzarnos de igual manera, tomar la misma batalla que Jesús y luchar contra el pecado que mora en nuestra naturaleza humana, la cual todos tenemos por la caída en el jardín del Edén. La mayoría de la gente no está dispuesta a hacer esto, por eso el espíritu del Anticristo recibe poder, pues les muestra un camino más fácil.
La separación entre Dios y la humanidad
El pecado es el que causa la separación entre Dios y los hombres. Cuando el pecado es desechado nos unimos con Dios. El espíritu del Anticristo permite vivir con los pecados que nos separan de Dios cubriendolos con tolerancia, “amor” y libertad. La Palabra de Dios es clara en que es bueno y malo, que es pecado y que es puro. Pero cuando mucha, y la suficiente gente vive en pecado, por ejemplo adulterio, ya no se considera pecado. Las leyes de Dios son descartadas y las leyes de la sociedad, que a la larga se vuelven las leyes de las naciones, cambian para acomodar la visión de que está bien y que está mal.
Así que, es permitido vivir en impureza, pecado y los seres humanos crecen cada vez más alejados de Dios – que es exactamente la intención de Satanás. La mayoría del mundo se ha dado a este espíritu, porque permite vivir cómodamente y sin mala conciencia. Esto lo ha logrado Satanás bajo la religión, con el perdón de los pecados pero sin dejar de pecar. Sin embargo, en el tiempo que vivimos ahora el humanismo está creciendo y tomando cada vez más el rol que la religión solía tener. Los seres humanos se vuelven más y más autosuficientes y se rigen por sí mismos, en lugar de ser dirigidos por un “poder superior.”