El objetivo de Satanás con la ramera
Satanás sabe que no puede simplemente convencer a todos que abandonen a Dios por completo y se conviertan en ateos. Al menos no de inmediato. Así que ordenó a su sierva, la ramera, que poco a poco los corrompiera, lejos de la verdad pura de la Palabra de Dios y los convirtiera al mundo.
La ramera comenzó a trabajar casi inmediatamente después que Jesús murió. Pablo le dice a la iglesia en Efeso: “Porque yo sé que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos.” Hechos 20:29-30. Estos lobos rapaces eran justamente los servidores de la ramera.
Comenzó en lo poco, predicando un cristianismo que era muy cierto, pero con una pequeña mezcla del mundo. Pero a medida que el número de seguidores celosos creció, fue desarrollando y haciendo más confuso su evangelio. Un avance rápido hasta hoy, ¡la mayor parte del “cristianismo” que se predica hoy está tan lejos de la Palabra de Dios que es casi irreconocible!
La ramera es la respuesta de Satanás a la esposa de Cristo. Mientras la novia trabaja en la tierra para propagar la verdad del evangelio, la ramera trabaja arduamente para propagar división y mentiras. Ambos son enemigos acérrimos que están bajo un gran conflicto espiritual que durará hasta el arrebatamiento, cuando la novia sea llevada a casa para estar con Cristo.
Y cuando sea el tiempo del arrebatamiento las condiciones en el mundo serán tan malas que Satanás ya no tendrá más necesidad de la ramera. Cuando la novia se haya ido entonces Dios pondrá en los corazones de las personas que rechacen por completo toda forma de religión y persigan 100% el mundo y las obras humanas.
La ramera será expulsada de la bestia, las autoridades que finalmente rechazaban a Dios y construían su poder en esta obra humana. La ramera perderá todo su poder, y será completamente destruida. Este será el juicio de Dios sobre ella. (Apocalipsis 18:21-24) La ira de Dios hacia la ramera será tan grande que hará que el humo de su tormento suba por la eternidad como un recordatorio de su traición. (Apocalipsis 19:3)
Satanás creerá que de esta manera estará logrando su objetivo final con la tierra, pero en realidad todo esto es parte del gran plan y propósito de Dios. (Apocalipsis 17:15-17)