De noche cuando te acuestes a dormir,
que sea tu último pensamiento:
“PERDONO A TODO EL QUE NECESITE
MI PERDÓN, Y A MÍ MISMO.
Y AUNQUE SÉ QUE EN EL PLANO
ESPIRITUAL NO EXISTE NADA
QUE PERDONAR, PERDONO
PORQUE ASÍ TRANSFORMO
LA IDEA DEL QUE CREE HACERME MAL:
“INVITO A MIS GUÍAS INVISIBLES
A UTILIZAR MI SUEÑO PARA YO
HACER EL BIEN DONDE SEA
OPORTUNO.
GRACIAS PADRE”.
Por Conny Méndez.