Conjunto de señales y síntomas del exceso de cortisona (una de las hormonas producidas por la glándula suprarrenal.) Este exceso hormonal puede ser provocado por hormonas sintéticas (exógenos) o por molestias que envuelven las glándulas suprarrenales y pituitarias.
¿Cómo se desenvuelve?
El cuadro puede ser ocasionado por el uso continuado de cortisona o sus derivados, conocidos por antiinflamatorios esteroides. Estas sustancias son empleadas para el tratamiento de una serie de molestias, y provocan el síndrome de Cushing como efecto colateral. Dependiendo de la dosis empleada y del corticosteroides sintético empleado, los señales y síntomas siempre ocurrirán. En algunas situaciones estos efectos colaterales ocurren sin que el paciente perciba o los relacione con la medicación que está usando. Esta situación ocurre, por ejemplo, con la utilización de medicamentos para tratamiento de problemas de piel o con problemas respiratorios.
Además del cuadro asociado al uso de cortisona, el síndrome de Cushing puede ser provocado por molestias de la glándula suprarrenal y de la hipófisis. Estas molestias, en general, son decurrentes de tumores benignos (adenomas) de la suprarrenal y de la hipófisis. En la suprarrenal pueden ocurrir también tumores malignos. Más raramente el síndrome de Cushing es provocado por la producción de sustancias estimuladoras de la suprarrenal por tumores malignos o abdominales.
¿Qué se siente?
Los principales síntomas son aumento de peso, con la gordura depositándose en el tronco y cuello, ocupando la zona arriba de la clavícula y la parte detrás del cuello, local donde se forma un importante acumulo denominado “giba”. La gordura también se deposita en el rostro, en la región malar, (“manzana del rostro”), donde la piel se queda enrojecida, formándose una cara que es conocida como de “luna llena”. Ocurre también afilamiento de los brazos y de las piernas con disminución de la musculatura y, consecuentemente, flaqueza muscular que se manifiesta principalmente cuando el paciente camina o sube escaleras. La piel se va tornando fina y frágil, haciendo que surjan hematomas sin que el paciente note que golpeo o contundió el local. Síntomas generales como flaqueza, cansancio fácil, nerviosismo, insomnio y sensibilidad emocional también puede ocurrir. En las mujeres son muy frecuentes las alteraciones menstruales y el surgimiento de pelos corporales en la cara, en el tórax, abdomen y brazos y piernas. Como gran parte de los pacientes desenvuelve hipertensión arterial y diabetes, pueden surgir síntomas asociados al aumento de la glucosa y de la presión arterial tales como dolor de cabeza, sed exagerada, aumento del volumen urinario, aumento del apetito y visión borrada. Cuando ocurre gran aumento de los pelos, puede ocurrir también el surgimiento de espinas (acné) en la cara y en el tronco, y en las mujeres pueden surgir cambios en la voz, queda de los cabellos como en la calvicie masculina y disminución de las mamas. Estos síntomas se asocian con tumores de las suprarrenales.
En el abdomen y en el tórax pueden ser observadas estrías de color rojo o violetas, algunas veces con varios centímetros de ancho. Algunas personas presentan también piedras en los riñones y consecuentemente cólica renal. La osteoporosis es frecuente, provocando dolores en la columna y a veces fracturas en los brazos, piernas y columna.
¿Cómo se diagnostica?
La sospecha del médico debe ocurrir en todo paciente que presenta obesidad localizada asociada a hipertensión arterial y diabetes, además de los pacientes con cuadro clínico muy característico, como lo descrito arriba. A partir de la sospecha debe ser solicitada la determinación del cortisol a las 8 horas de la mañana, después de administración de Dexametasona 1 mg a las 11 horas de la noche anterior (prueba para triar.) Caso este examen se muestre alterado, debe ser realizada una investigación más detallada, realizar examines de imagen de las suprarrenales y de la hipófisis (tomografía computarizada y/o resonancia magnética
Además de las pruebas hormonales, son necesarios exámenes bioquímicos generales, Rx del tórax. Electrocardiograma y densimetría ósea.
¿Cómo se trata?
En los casos decurrentes del uso de cortisona, la misma debe ser suspendida lentamente, inicialmente cambiando el medicamento por una forma más semejante a la natural (Prednisona o Hidrocortisona) y en dosis semejantes a las que existen en el cuerpo normalmente. Después de algún tiempo (semanas), el medicamento debe ser disminuido lentamente hasta ser suspenso. Caso el paciente sienta la tentativa de la retirada de la medicación, la dosis debe ser mantenida lo más próximo de la considerada normal y después de algún tiempo, se realiza una nueva retirada.
Los pacientes que tienen la enfermedad decurrente de tumores de suprarrenal y de hipófisis, deben ser sometidos a la cirugía den retirada de estos tumores. Para estos procedimientos los pacientes deben ser adecuadamente avaluados y necesitan de cuidados especializados.
¿Cómo se previene?
Evitando el uso de medicamentos que contengan cortisona o sus derivados.
Los tumores de suprarrenal y de la hipófisis no son previsibles, pudiendo, por otro lado, ser diagnosticado precozmente, lo que resulta en mejores resultados. |