SINTOMAS DE AMOR
Quien ama, generalmente “sintoniza” (percibe, siente, está pendiente) del estado anímico de su pareja. Difícilmente muestra humor antagónico a su pareja: no muestra alegría ni indiferencia, cuando su pareja está triste o preocupada. Sino que “hace suyo” el conflicto del otro. Ni por casualidad le dice a su pareja “ese es tu problema, no mío”. Cuando se ama, se comparten las emociones y sentimientos en sus diferentes matices e intensidades. Tal vez el conflicto laboral de mi pareja no me afecte tanto como a ella, pero me hago solidario compartiendo su malestar y buscando soluciones. No me limito a preocuparme y cruzarme de brazos. Asesoro a mi pareja y hago algo respecto.
Quien ama, generalmente antepone el bienestar de la relación matrimonial y familiar, por encima del suyo. Es decir, es capaz de sacrificar –de ser necesario- intereses personales (proyectos profesionales que distancian la familia, entretenimientos, actividades sociales o gremiales, etc) con tal de que se fortalezca su relación conyugal y familiar. Una cosa son las diversiones ocasionales que no perturban la unión sentimental, y otra muy distinta, son las frecuentes actividades recreativas (incluso laboralmanía), visitas a familia parental, etc, que debilitan el matrimonio, y más aun cuando hay crisis. Son inaceptables y señal de provocación malestar, el buscar diversiones individuales en momentos de malestar conyugal.
Quien ama, generalmente valora mucho la opinión de su pareja, al punto que sus decisiones significativas son el resultado del consenso mutuo y no producto de impulsos machistas o arrogantes. Incluso no toma decisiones familiares ni profesionales-financieras importantes sin consultar a su pareja. Escucha y consulta a su pareja, no por compromiso, sino por lealtad y solidaridad. Eso de que… “yo trabajo, yo traigo el dinero, por lo tanto yo decido”, no es valido. Desde el momento de la unión sentimental, cualquier ingreso financiero pertenece a ambos, trabajen igual o no. Mal puedo hablar de amor, si ignoro o desestimo su opinión o sugerencia.
Quien ama, generalmente muestra un interés natural y espontáneo por aquello que su pareja también le gusta. Aunque las parejas tengan algunos gustos e inclinaciones diferentes, hay igualmente un especial interés porque “lo que te interesa a ti, ya no pasa desapercibido para mi”. Tal vez determinado tipo de música o películas no me interesaban antes de conocerte, pero ahora, tienen un significado distinto, si le interesan mucho a mi pareja. Su mundo y lo que le rodea, ahora se integra al mío. Es una mutua adaptación. Empieza a atraernos lo que antes pasaba desapercibido. Y cuando decae el amor, también declinan tales intereses, en mayor o menor grado. Observen si su pareja valora tu mundo interno y externo. Tiene significado importante.
Quien ama, generalmente busca soluciones ante las crisis matrimoniales, en vez de atascarse en el incidente y sus culpables. Es capaz de buscar ayuda profesional, antes que aceptar el fracaso matrimonial. Mete su orgullo en el bolsillo y opta por ceder o ser flexible, antes que imponerse neciamente. Su prioridad es la estabilidad y la salvación del matrimonio, no, tener la razón. Vale la pena discutir y luchar arduamente para “tener la razón” si lo que está en juego es “la salvación matrimonial?”
Quien ama, generalmente descontinúa aquellas actitudes y comportamientos que lastiman y hieren a su pareja. Su prioridad es el bienestar de su consorte, no la satisfacción personal con secuelas. Esta claro en su derecho al disfrute siempre y cuando, no afecte la unión matrimonial ni la autoestima o dignidad de su pareja. Quedan caducas aquellas actividades recreativas-sociales-deportivas-musicales-laborales, etc, si desmejoran seriamente la cantidad y calidad del tiempo del estado civil de casado. Y todas aquellas que implican deslealtad también (el salir a bailar con otras parejas)…¿o a ti te daría igual que tu pareja también lo hiciera?
Quien ama, generalmente piensa y actúa, más en función de la familia y el matrimonio, que en función individual. Tomo decisiones que beneficien básicamente mi hogar y sus miembros, antes que en mi apetito personal. No dejo de brindarme satisfacciones personales, pero numéricamente son menores a los familiares y de pareja. Por supuesto, ninguna debe lesionar mi relación sentimental.
Quien ama, generalmente lo demuestra con hechos, no con palabras. Identifica las necesidades e intereses de su pareja para satisfacerlas en la medida de lo posible. Sabe que las declaraciones de amor, carentes de acciones, son huérfanas y estériles. Demuestra su afecto con atención y cariño diario. No necesita “tener el agua al cuello o estar amenazado por el divorcio” para dar lo mejor de si mismo.
SALUDOS…ADRY |