MANTENGASE SANO: EJERCITE SU MENTE
La capacidad que tienen las neuronas de cambiar sus conexiones es una acción que cualquier persona puede estimular con el propósito de mantener al cerebro en postura activa, la que sin duda es beneficiosa e impide el padecimiento de enfermedades Las condiciones en las que se desenvuelve el ser humano, su entorno y las actividades que realiza a lo largo de la vida, van en paralelo con la forma en cómo la actividad cerebral va trabajando con el paso de los años. Así, personas que se enfrentan diariamente a estímulos atractivos, podrán ‘ejercitar’ su cerebro de tal forma que las neuronas tendrán una mejor capacidad de adaptación frente a los cambios.
La llamada neuroplasticidad tiene que ver con la capacidad que poseen las neuronas para establecer conexiones que varían con el tiempo y con las diferentes etapas en la vida. Si bien todos poseemos plasticidad neuronal, la diferencia radicará en la estimulación, siendo de esta forma más activa en la medida en que la persona se enfrente a variadas motivaciones y más pasiva, en el caso de individuos que se desenvuelven en ambientes restringidos y con menos ejercicio mental relacionadas, por ejemplo, con la pérdida de la memoria.
El neurólogo y encargado del programa de memoria del departamento de neurología de la Pontifica Universidad Católica de Chile comenta que en el caso de las personas que poseen menos conexiones neuronales, tendrán más posibilidades de contraer, por ejemplo el mal de Alzheimer, enfermedad que se inicia por la acumulación de sustancias anormales en el cerebro que producen una reacción inflamatoria y un posterior daño traducido en pérdidas, tanto de conexiones como de neuronas.
A las conexiones e información que pueda poseer el cerebro se le llama reserva cerebral. Aquí, el neurólogo afirma que esa capacidad se va adquiriendo con el tiempo y con cierto entrenamiento como el que entregan el estudio y el trabajo. “Las personas con menos educación, menos estimulados o con menor cantidad de actividades mentales, son más propensos a contraer este tipo de enfermedades”, sentencia.
En esta misma línea, el especialista explica que por ejemplo la falta de educación no es la causa de la enfermedad, sino “un factor de riesgo. Mientras más baja reserva cerebral tenga una persona, es más probable que se manifieste algún tipo de enfermedad”, reitera
Un simple olvido no tiene por qué ser indicio de una pérdida de conexiones o plasticidad neuronal. Sin embargo, cuando no se es capaz de recordar cosas que antes simplemente traíamos a colación de inmediato, hay que preocuparse, pues podría ser indicio de algún trastorno. “Hay personas que no teniendo ningún problema, empiezan a olvidar”, sentencia González.
Siguiendo con este tema, el facultativo menciona que existen variadas causas para estos olvidos: falta de alguna hormona o nutriente, posible patología focal en el cerebro como un tumor o una trombosis, el comienzo de una enfermedad degenerativa o la incidencia de factores emocionales como el estrés o la depresión. Enumera ciertos fenómenos a los cuales debemos poner ojo para así verificar si estamos en presencia de una disminución de plasticidad neuronal: “hay que preocuparse cuando hay un cambio evidente, se empieza a necesitar ayudas que antes no eran El entrenamiento del que hablábamos anteriormente debe ser realizado no sólo en la etapa de la vejez, que es donde las enfermedades degenerativas y vasculares se manifiestan con mayor frecuencia Es durante toda la vida donde debemos mantener “ocupada” la mente y al respecto, el doctor Jorge González, dice que en individuos adultos, “influye como factor de riesgo el entrenamiento que haya tenido en la infancia. No hay un momento en que uno diga ‘ahora da lo mismo’”, asevera.
El entrenamiento del que hablábamos anteriormente debe ser realizado no sólo en la etapa de la vejez, que es donde las enfermedades degenerativas y vasculares se manifiestan con mayor frecuencia Es durante toda la vida donde debemos mantener “ocupada” la mente y al respecto, el doctor Jorge González, dice que en individuos adultos, “influye como factor de riesgo el entrenamiento que haya tenido en la infancia. No hay un momento en que uno diga ‘ahora da lo mismo’”, asevera.
De esta forma, existen variados consejos que se utilizan para estimular en forma permanente al cerebro y que no siempre tienen que ver con actividades alejadas de nuestro quehacer cotidiano. En ese sentido, el neurólogo de la PUC manifiesta que el ámbito laboral puede ser un muy buen entrenamiento, eso sí, advierte: “si uno tiene un trabajo donde todos los días hace lo mismo y donde no hay ningún desafío para la mente, claro que debiera complementar con otras actividades”.
Así, el desempeño ideal debiera manifestarse en jornadas que planteen retos interesantes y nuevas situaciones, donde se está permanentemente sometido a una actividad mental y donde la monotonía no sea parte del ajetreo diario.
Asocie. Cuando quiera almacenar una nueva información, intente asociarla con la que ya tiene. Trate de entenderla y relacionarla.
Intente aprender con todos sus sentidos.
Participe, interactúe con la información. Pregunte, converse, haga esquemas, resúmenes, etcétera.
Motívese y busque el lado positivo de la información. El compromiso emocional mejora la capacidad de aprender.
Por último, menciona que existen muchos estudios que hablan acerca de cómo incide una adecuada ingesta de alimentos en la prevención de enfermedades degenerativas. La conclusión a la que se llegó después de comparar variadas dietas es que la llamada mediterránea sería la más óptima. “Lo ideal es consumir frutas frescas, cereales integrales, legumbres, frutos secos, pescado y grasas contenidas en vegetales como la palta, nueces y aceite de oliva”.Otro punto rescatable es la realización de actividad física, que sin duda contribuye en forma positiva. Al respecto, el neurólogo dice que según los especialistas lo ideal es realizar una hora de ejercicio diaria, donde la tónica sea la ejecución de una rutina que “te haga transpirar o que te agite y te canse”
Existen variadas recomendaciones que contribuyen al conocimiento de cómo prevenir o detectar a tiempo las enfermedades degenerativas:
Sea positivo, busque las soluciones en vez de rumiar los problemas.
Lleve una alimentación sana y variada, especialmente rica en frutas y vegetales frescos (tienen efecto neuroprotector).
Mantenga un buen nivel de actividad mental y social. Edúquese permanentemente.
No consuma bebidas alcohólicas en exceso.
Evite los ambientes contaminados. Muchas sustancias químicas volátiles pueden dañar definitivamente su memoria.
Si tiene problemas con su memoria y que están comenzando a interferir con su desenvolvimiento ocupacional o social, consulte inmediatamente un especialista. La corrección temprana del problema es fundamental para obtener el mejor resultado posible.