¿PORQUE DEJAR DE FUMAR? 1ª. PARTE El humo del tabaco contiene tóxicos y muta génicos que causan cambios en las células corporales y algunos de ellos son cancerígenos y afectan el funcionamiento físico y mental. Los más conocidos son: El alquitrán que causa cáncer y daña los pulmones. La nicotina, sustancia muy adictiva que provoca síndrome de abstinencia ya que produce 24 horas después de dejarla, humor depresivo, insomnio, irritabilidad, frustración y rabia, ansiedad, dificultad para concentrarse, cansancio, disminución de la tasa cardíaca, mareos y aumento del apetito. El Monóxido de Carbono, lo mismo que sale del tubo de escape de los vehículos e impide la circulación de oxígeno en la sangre. Se encuentra asociado al desarrollo de enfermedades coronarias y otros problemas mayores de circulación. El Benceno, hidrocarburo que se obtiene del carbón o del petróleo y se le conoce como agente cancerígeno asociado a la leucemia. El Formaldehido, un líquido altamente venenoso que se emplea para conservar cadáveres. Causa cáncer, problemas respiratorios, gastrointestinales y de la piel. El Amoníaco, igual al de los líquidos de limpieza. La acetona, utilizada en solventes, profundamente peligrosa.
El cadmio, un metal venenoso, empleado en las pilas y baterías. Produce daños cerebrales, del hígado y riñón. Además de las múltiples sustancias dañinas que contienen los cigarrillos.
El dejar de fumar permite que el cuerpo repare los daños casi inmediatamente. A los 20 minutos, la presión sanguínea y el ritmo cardíaco vuelven a la normalidad. A las 8 horas los niveles de nicotina y monóxido de carbono se reducen a la mitad. Luego de 24 horas se eliminarán los restos de monóxido de carbono del cuerpo. Los pulmones comienzan a limpiarse. A las 48 horas, no quedan rastros de nicotina en el cuerpo y se mejora el gusto y el olfato. 72 horas más tarde, la respiración se hace más fácil. Los tubos bronquiales se relajan y aumentan los niveles de energía. De 2 a 12 semanas, mejora la circulación. De 3 a 9 meses las funciones pulmonares aumentan considerablemente. Luego de 5 años, disminuyen los riesgos de ataque cardíaco. Al cabo de 10 años el riesgo de sufrir cáncer de pulmón se reduce a la mitad y los riesgos de sufrir ataques al corazón son iguales a los no fumadores.
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