EQUIZOFRENIA, 1ª. PARTE
Esquizofrenia es una enfermedad mental que se caracteriza por una desorganización amplia de los procesos mentales. Es un cuadro complejo presentando señales y síntomas en el área del pensamiento, percepción y emociones, causando marcados perjuicios ocupacionales en las relaciones interpersonales y familiares.
En esto cuadro, la persona pierde el sentido de realidad, quedando incapaz de distinguir la experiencia real de la imaginaria. Esta enfermedad se manifiesta por brotes agudos con sintomatología intensa, intercalados con periodos de remisión, cuando hay un ablandamiento de los síntomas, restando algunos de ellos en menor intensidad.
Es una enfermedad del cerebro con manifestaciones psíquicas, que comienza a finales de la adolescencia, o inicio de la edad adulta, antes de los 40 años. El curso de esta enfermedad es siempre crónico con marcada tendencia al deterioro de la personalidad del individuo.
¿Cómo se desarrolla?
Hasta la fecha no se conoce ningún factor específico causador de la esquizofrenia. Hay, sin embargo, evidencias que serían resultante de una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales, contribuyendo en distintos grados para el aparecimiento y desarrollo de la enfermedad. Se sabe que los hijos de individuos esquizofrénicos tienen una probabilidad de cerca del 10% de desarrollar la enfermedad, mientras que en la población general el riesgo de desarrollar la enfermedad es cerca del 1%.
¿Qué se siente?
Los cuadros de esquizofrenia pueden variar para cada paciente, siendo una combinación en distintos grados de los síntomas a continuación:
Delirios: el individuo cree en ideas falsas, irracionales o sin lógica. Por lo general, son temas de persecución, grandezas o místicos. Alucinaciones: el paciente percibe estímulos que, de hecho, no existen, tales como el oír voces o pensamientos, ver a personas o bultos, lo que puede ser bastante aterrador para el paciente. Discurso y pensamiento desorganizado: el paciente esquizofrénico habla de manera ilógica y desconectada, manifestando una incapacidad de organizar el pensamiento en una secuencia lógica. Expresión de las emociones: el paciente esquizofrénico tiene un ‘afecto inadecuado o bloqueado’, o sea, una dificultad de manifestar la emoción que él siente. No consigue manifestar su alegría o tristeza, por ejemplo, teniendo dificultad de modular su afecto según el contexto, mostrándose indiferente a distintas situaciones del cotidiano. Cambios de conducta: los pacientes pueden ser impulsivos, agitados o retraídos, muchas veces presentando el riesgo de suicidio o agresión, además de exposición moral, como por ejemplo hablar a solas, en voz alta, o andar sin ropa en público.
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