PRIMEROS AUXILIOS, TERCERA PARTE
¿Qué hacer si alguien sufre una hemorragia por la nariz?
La hemorragia nasal o epistaxis se produce cuando se rompe uno de los pequeños vasos sanguíneos de la membrana mucosa de la nariz, por diferentes causas.
Para detener la hemorragia hay que realizar una presión directamente sobre el orificio nasal sangrante y contra el tabique nasal durante 5 a 10 minutos. La cabeza se inclinará hacia delante para evitar la deglución o aspiración de la sangre o los coágulos. El paciente debe respirar por la boca.
Si la hemorragia continúa, es necesario acudir a un servicio de urgencias. Si una persona sufre hemorragias nasales repetidas e intensas, debería acudir a su médico para consultar el problema.
¿Qué hacer si alguien se está asfixiando?
La obstrucción de la vía aérea impide que el aire y, por tanto, el oxígeno que contiene llegue a los pulmones. Suele ser de aparición brusca y en la mayoría de los casos causada por la entrada de un cuerpo extraño en las vías respiratorias.
Este problema es mucho más frecuente en niños pequeños ya que suelen introducirse en la boca todo tipo de objetos. En los adultos, la mayoría de las veces la obstrucción está provocada por los alimentos aunque puede ser producida por otros objetos como prótesis dentales, etc.
La obstrucción de la vía aérea puede ser incompleta o completa. En el caso de una obstrucción incompleta la persona suele mostrarse agitada, con tos importante. Normalmente la tos provoca la expulsión del cuerpo extraño quedando todo en un susto. No deberemos dar golpes en la espalda del individuo ya que podríamos provocar que el cuerpo extraño penetrara más profundamente y se instaurara una obstrucción completa.
Por el contrario, cuando las vías respiratorias están completamente obstruidas por un cuerpo extraño, el aire de los pulmones no podrá salir por lo que la persona no podrá toser ni hablar, ni respirar. La persona se muestra agitada y angustiada, hace muchos ademanes y, característicamente, se lleva las manos a la garganta.
La mejor forma de abordar este problema es utilizar la maniobra de Heimlich, que se realiza de la siguiente forma: Póngase de pie detrás de la víctima, coloque los brazos alrededor de su cintura y doble el cuerpo de la persona hacia delante.
- Apriete el puño y póngalo por su borde interno justo cuatro dedos por encima del ombligo del sujeto.
- Cójase el puño con fuerza con la otra mano.
- Realice una fuerte presión hacia adentro y hacia arriba.
- Afloje la presión, sin perder la posición de las manos y repita la maniobra hasta que el objeto atrapado en la garganta sea expulsado por la boca.
Si es usted mismo quien se ha atragantado, coloque un puño cerrado sobre su ombligo y la otra mano encima. Empuje a continuación con la primera mano hacia el estómago. Repítalo hasta que el objeto atrapado en la garganta sea expulsado por la boca.
Shock y desmayo. ¿Qué son?
Un shock y un desmayo se producen como resultado de la falta o disminución del aporte sanguíneo a los tejidos a los que no llega suficiente oxigenación. Cuando el cerebro no recibe un aporte adecuado de oxígeno se produce una sensación de debilidad, desorientación y mareo.
- El shock puede producirse tras un accidente en el que se ha perdido excesiva sangre.
- Tras una infección grave con pérdida de líquidos.
- Tras una quemadura grave.
- Tras otros procesos que produzcan pérdida de líquidos o de sangre.
- Cuando el flujo sanguíneo es demasiado lento, la presión sanguínea baja y circula muy poco oxígeno por el cuerpo.
Cuando esto ocurre, la persona:
- Se quedará pálida.
- Empezará a sudar y se quedará fría.
- Se mareará.
- Tendrá el pulso débil y rápido.
- Tendrá la presión sanguínea baja.
- Tendrá la respiración rápida y superficial.
- Estará nerviosa o intranquila.
- Podrá perder el conocimiento.
¿Qué hacer si alguien sufre un shock o se desmaya?
En primer lugar y siempre que sea posible, hemos de tratar la causa desencadenante:
- Controle los signos vitales, trate las lesiones si es posible y tranquilice a la personas.
- La persona debe tumbarse boca arriba, preferiblemente con los pies en alto, para asegurar que llegue suficiente sangre al cerebro.
- Asegúrese de que la persona esté abrigada, cómoda y cubierta por una manta, si es posible.
- No le dé nada de beber puesto que corre el riesgo de asfixiarse.
- Si la persona vomita o sangra por la boca, debe ponerse de lado para evitar asfixiarse.
- Llame a una ambulancia y evacúe a la víctima con urgencia. Una persona con un shock siempre debe ser vista por un médico.