¿Qué es el queso?
El queso es un producto que tiene su origen en la leche de vaca, oveja, camella, cabra etc. Puede ser tierno o curado, sólido o semisólido y se obtiene coagulando la leche, con la ayuda del cuajo u otras enzimas coagulantes, y separándola del suero.
Dependiendo de la procedencia de la leche, vaca, oveja, etc. y del tiempo de curación el queso será de sabor más suave o más fuerte.
¿Desde cuando existe el queso?
Se cree que el origen del queso es tan antiguo como la relación del hombre con los animales. Existen varias leyendas de cómo el queso fue descubierto por casualidad pasando desde ese momento a formar parte de la alimentación de las personas.
Existen imágenes de fabricación de queso datadas unos tres mil años a.C., en el friso de la lechería de Urs, donde se observa a los sacerdotes del templo ordeñando a los animales y fabricando queso.
Desde Oriente Medio la fabricación de queso se introdujo en Europa.
A lo largo de la historia todas las culturas han fabricado queso, lo que les permitía poder almacenar el alimento durante bastante tiempo y tener reservas para momentos de escasez.
Valor nutricional del queso (por cada 100 g.)
Dependiendo del contenido en grasa los datos del valor nutricional del queso pueden variar, pero es un alimento rico en calcio, proteínas y fósforo. También es rico en vitaminas A, B y D y minerales como el yodo y el magnesio.
Por ejemplo un queso manchego contiene 21 g. de proteínas por 100 g. de queso y entre 600 y 900 mg. de calcio.
El queso comparte con la leche un alto contenido en grasas saturadas, no muy recomendables si tenemos algún tipo de enfermedad cardiovascular.
No obstante la cantidad de grasa variará en función del tipo de leche (entera, semidesnatada o completamente desnatada) que se use para su fabricación.
Los quesos mas curados son más ricos en calcio y fósforo.
Los más grasos tienen más vitamina A.
Y los quesos blancos son más ricos en vitaminas del grupo B.
Clases o tipos de queso más habituales
- Quesos frescos: para su elaboración solo se cuaja y deshidrata la leche. Hay que tener en cuenta que se han de consumir en un periodo de tiempo corto, pues al no aplicarles técnicas de conservación adicionales aguantan mucho menos sin caducar. Se han de conservar en el refrigerador.
- Quesos curados: se obtienen mediante un proceso de secado y se les aplican técnicas de conservación, salado o ahumado. Para considerar que un queso es curado se necesita un mínimo de un año de curación. Este tipo de queso tiene una textura más dura y un sabor mucho más intenso. Dentro de los quesos curados podemos encontrar algunas variantes dependiendo del tiempo de curación y secado.
- Quesos cremosos: aumentando la cantidad de nata, y por lo tanto de grasa, en la fabricación del queso podemos obtener una textura más cremosa.
- Quesos verdes o azules: son verdes o azules debido a la presencia de mohos. Unido al color tienen un sabor muy fuerte y puede parecer que estén en proceso de descomposición.
La proliferación de mohos se consigue almacenando el queso en lugares muy húmedos.
Estas son solo algunas de las divisiones que se pueden hacer para clasificar los quesos, por supuesto existen muchísimas más.