El Parkinson
La enfermedad de Parkinson: desorden degenerativo del sistema nervioso que afecta el control de los músculos, y al movimiento del habla y la postura.
Definición de la enfermedad de Parkinson
Llamada también parálisis agitante, se caracteriza por hipocinesia, rigidez muscular y temblor en reposo, ocasionado básicamente por una deplexión en el cuerpo estriado del neurotransmisor llamado dopamina, consecuente con una degeneración del sistema nigroestriado. Trastorno neurológico degenerativo, lentamente progresivo, que se caracteriza por temblor en reposo, movimientos típicos de los dedos como si el afectado estuviera contando monedas, ausencia de expresión facial, marcha característica, flexión anterior del tronco y rigidez y debilidad muscular.
Por lo general el Parkinson se trata de una enfermedad idiopática (no se conoce su causa), que afecta a sujetos de más de 60 años aunque suele presentarse en personas de menor edad, especialmente tras una encefalitis aguda o una intoxicación por dióxido de carbono, algún metal u otras sustancias caso en el cual se denomina parkinsonismo.
Sintomatología de la enfermedad de Parkinson
En el Parkinson se consideran cuatro síntomas principales: lentitud de movimientos, rigidez muscular temblor en reposo (temblor cuando se esta en reposo o sin hacer ningún movimiento) e inestabilidad postural (marcha lenta, falta de equilibrio, que se convierte en pasos pequeños de carrera, incontrolables para evitar caerse) Su comienzo se manifiesta con un temblor ligero en una mano o un brazo o pierna. El temblor alcanza su grado máximo en estado de reposo, mejorando con el movimiento y esta totalmente ausente durante el sueño. El temblor se agrava con la fatiga y el estrés. Entre el 50 y el 80 % de los afectados por parkinson presentan temblor que se inicia en una mano y se asemeja al movimiento que se hace al tratar de rodar una píldora entre los dedos. La quijada, la lengua, la frente y los párpados pueden temblar, pero la voz no. Otro signo es una reducción notoria del parpadeo.
Al progresar hay mayor rigidez, debilidad, ambos lados del cuerpo se ven comprometidos y los temblores iniciales pueden ser menos notorios. Puede haber un movimiento continuo de la cabeza con el tronco inclinado hacia delante, permanentemente. El habla se vuelve difícil y lenta; la escritura es pequeña, puede haber depresión y demencia. Todas las actividades cotidianas se dificultan.
Etiología de la enfermedad de Parkinson
La causa se desconoce sin embargo se ha considerado como asociada a un desequilibrio de dos sustancias químicas cerebrales, la dopamina y la acetilcolina. La deficiencia de dopamina en el cerebro puede deberse a deficiencias nutricionales de base, a la enfermedad vascular sistémica (bloqueo de vasos sanguíneos cerebrales), a los efectos colaterales de los fármacos antipsicóticos, a la intoxicación por monóxido de carbona, al abuso de drogas de diseño y a una rara infección (encefalitis letárgica)
La enfermedad degenerativa esta asociada a la acumulación de toxinas en el cuerpo.
Productos naturales para la enfermedad de Parkinson
Raíz de bardana, raíz de jengibre y cardo mariano son benéficos para desintoxicar el hígado.
El ají (capsicum annum), Sello de oro, gordolobo, ginseng y milenrama estimulan el timo y sistema linfático.
Espino albar, regaliz, carretón rojo y zarzaparrilla, purifican la sangre y desintoxican el hígado.
Cimífuga, hierba gatera, limonaria, granadilla, escutelaria y valeriana tienen propiedades anti estrés y ayudan a nutrir el sistema nervioso.
El ginkgo biloba ayuda a recuperar la memoria y la función del cerebro, cuando se les ha prescrito L-Dopa o levodopa (el fármaco formulado para los afectados de parkinson), se recomienda combinarlo con pasionaria debido a su acción sinérgica (potencializadora), ya que se ha comprobado que la reducción de los temblores es mayor cuando se combinan estos dos componentes que cuando se utiliza solamente la L-dopa. Tome media cucharadita de tintura de pasionaria tres veces al día.
Tratamientos para la enfermedad de Parkinson
La vitamina C es útil para los ataques de respuesta esporádica y otros efectos colaterales de la levodopa, los suplementos de vitamina E a largo plazo ayudan a desacelerar el avance del mal de Parkinson. La coenzima nicotinamida adenina dinucleótido (NADH) a una dosis terapéutica de 20 a 25 mg. al día tiene un efecto benéfico en los afectados.
Existe un tratamiento llamado Noetrofina 1 (glucoproteínas complejas derivadas del veneno de víboras) el cual logra una mejoría espectacular después de 6 a 8 semanas.
Terapias para la enfermedad de Parkinson
Hidroterapia constitucional aplicada de 2 a 5 veces por semana.
Jugoterapia, jugo de zanahoria, espinaca, remolacha, rábano, ajo y pepino diariamente. Frutas y verduras crudas.
Terapia de destoxificación.
Remedios caseros para la enfermedad de Parkinson
La dieta debe consistir de un 75% de alimentos frescos, con semillas granos, nueces y leche fresca. Incluya alimentos que contengan el aminoácido fenilalanina, como las almendras, nueces del Brasil, pescado, calabaza, semillas de ajonjolí, guisantes y lentejas. Consuma cebada, tofu, yogur, kéfir, frijoles, lentejas garbanzo y otras fuentes de proteína vegetal.
Si su trabajo o pasatiempo lo exponen a químicos o metales como el plomo o aluminio, use siempre indumentaria protectora incluyendo guantes y mascaras.
No se conoce una cura para esta afección y los tratamientos se encaminan a aliviar los síntomas y ayudar a la persona a valerse por si misma hasta donde sea posible. Lo único efectivo es prevenir la enfermedad de Parkinson mediante una dieta balanceada y mucha verdura y frutas frescas y evitar el humo y la contaminación ambiental. Se han encontrado altos niveles de plomo en el cerebro de los afectados.