Tensión arterial, como equilibrarla
La tensión arterial (TA) es la fuerza que la sangre hace sobre la pared de las arterias y su desajuste puede causar enfermedades importantes.
Varía a lo largo del día según los circunstancias y no es uniforme, sinó que se alterna la Tensión arterial sistólica conocida como "máxima" con la TA diastólica conocida como "mínima". La máxima corresponde al momento en el que el corazón se contrae y expulsa la sangre a presión. La mínima, o presión diastólica, corresponde al momento en que se relaja el corazón.
Factores que determinan la presión arterial
Un factor que determina la presión es el estado de los vasos sanguíneos periféricos. Con la edad, los vasos sanguíneos pierden, poco a poco, la capacidad de dilatarse, por eso las personas mayores suelen tener la tensión arterial más alta que los jóvenes adultos.
El consumo de alcohol, tabaco, café o el estrés hacen subir la tensión. Todos ellos son poderosos vasoconstrictores (estrechan las arterias) lo que obligan a la sangre a circular a más presión.
Otro mecanismo de regulación de la tensión arterial, después del corazón y de los vasos periféricos (control a corto plazo), es a través de los riñones (control a largo plazo) Estos controlan el volumen de agua que hay en la sangre. De manera que cuanta más agua circula, mayor es la presión. Cuando hay un exceso de agua, los riñones la eliminan en forma de orina.
En el cuerpo humano, los mecanismos de regulación de la tensión arterial son muy precisos y sofisticados de manera que la adaptan a las necesidades del cuerpo en cada momento. Cuando estos sistemas de regulación se alteran, dejan de ser perfectos y se suele producir hipertensión o hipotensión.
¿Qué indica la tensión arterial?
Cuando nos tomamos la tensión, se registran dos valores: la máxima y la mínima. Se expresan por dos números separados por una barra. Por ejemplo: 130/90 mm Hg (milímetros de mercurio) Esto significa una máxima de 130 y una mínima de 90. A veces se habla de 13/9 en lugar de 130/90. Es el mismo valor dividió por diez y significa lo mismo.
Entre los dos valores, la máxima y la mínima, se suele dar más importancia al primero. Y es lógico, porque la máxima corresponde al momento en que el corazón expulsa sangre con más fuerza y está más relacionada con los accidentes vasculares cerebrales.
Problemas más habituales de la tensión arterial
Hipertensión: Es el problema más frecuente y más grave. La hipertensión es una enfermedad común en los países desarrollados. Cuando ésta no es tratada puede causar diferentes enfermedades degenerativas, como insuficiencia cardíaca y algunas enfermedades renales y vasculares periféricas.
Las personas pueden sufrir hipertensión de manera asintomática durante años y posteriormente sufrir un ictus o un ataque de corazón.
El aumento de las personas con hipertensión puede estar directamente relacionado con el aumento del índice de masa corporal de la población de esta última década.
El estilo de vida y la dieta, tienen un papel fundamental para la prevención primaria y el tratamiento de esta enfermedad. El objetivo del tratamiento de la HTA es reducir la morbilidad y mortalidad por ictus, enfermedades cardíacas y nefropaties.
La historia del peso, la actividad física y el tiempo de ocio, la evaluación de las ingestas dietéticas de sodio, alcohol, grasas saturadas y otros patrones de la dieta son datos imprescindibles para poder realizar el tratamiento de esta enfermedad.
Hipotensión: Es el caso de la personas que cuando se levantan se sienten mareadas hasta el punto de caerse. Lo que ocurre en estos casos es que el cuerpo tarda más de lo normal en adaptarse a la posición vertical y durante unos segundos no llega suficiente sangre al cerebro.
Es típico que ocurra en verano, cuando el calor dilata los vasos sanguíneos y la sangre tiende a acumularse en la parte inferior del cuerpo; o después de pegarse una comilona, cuando el aparato digestivo le roba sangre al cerebro.
Causas: Dieta deficiente en calorías, proteínas, vitamina C o casi todas las vitaminas B; hemorragia interna en el tracto gastrointestinal, riñón o colon, bajo nivel de azúcar en la sangre, funcionamiento inadecuado de la tiroides, problemas emocionales (prolongada desilusión o frustración), algunos medicamentos como los antidepresivos y diuréticos.
El regaliz, ajedrea, tomillo, menta y eleuterococo pueden sernos de gran ayuda así como evitar pasar más de 4-5 horas sin comer ya que, a menudo la presión baja va relacionada con los bajones de glucosa.
En casos de presión baja, un pulso lento y propensión a mareos se debe visitar al médico.