La mandarina, ¿qué nos aporta?
La mandarina es una fruta deliciosa que suele gustar a todo el mundo pero realmente ¿tiene tantas propiedades como dicen o tampoco es para tanto?
Origen de la mandarina
Los cítricos existen desde hace veinte millones de años y su origen está en el sudeste asiático, en China, Indochina e India. Se extendieron gracias a las guerras: Carlo Magno, las cruzadas, el descubrimiento de América. En el siglo XVIII llegó a España, que es uno de los máximos productores y consumidores.
Existen 4 variedades básicas de mandarinas: satsumas, clementinas, clemenvillas y muchísimos otros híbridos.
Su grato dulzor, su escaso grado de acidez, junto con la suavidad de su pulpa, hacen de este cítrico una de las frutas más populares del mundo.
Información nutricional
La mandarina contiene un 88% de agua, hidratos de carbono y mucha fibra. Son excelentes para las dietas adelgazantes debido sobre todo al ácido cítrico que contienen (entre otros)
La mandarina aporta:
Vitaminas: vitamina C (27 mg por cada 100gr), Pro vitamina A, y en menor cantidad B1, B2, B3, B6.
Minerales: Potasio, Calcio, Magnesio, Fósforo.
Otros: Acido Fólico, Acido Cítrico (muchísimo), Acido oxálico, beta-caroteno, antioxidantes.
Propiedades de la mandarina
Problemas de retención de líquidos (diurético)
Estrés.
Colesterol.
Anemia ferropénica.
Desintoxicante y depuradora.
Tránsito intestinal.
Gota, artritis, reuma. Acido úrico.
Sistema inmunológico: Las mandarinas nos refuerzan ante la bajada de defensas, generación de glóbulos rojos y blancos. Resistencia ante las infecciones.
Problemas cardiovasculares, fluidificante de la sangre.
Tos, catarros, resfriados.
Problemas de obesidad.
Previene la buena formación del feto durante el embarazo Aconsejable su consumo durante el embarazo y el periodo de lactancia.
Las mandarinas tienen propiedades antisépticas de los conductos urinarios y digestivos.
Antiinflamatorias, antialérgicas.
Remineralizasteis, visión, cabello, uñas.
Colágeno, huesos, dientes.
Por su facilidad de uso y buena tolerancia digestiva, la mandarina resulta especialmente indicada para los niños y los ancianos.
Dos son sus aplicaciones más destacadas
Enfermedades febriles de los niños: por su acción anti infecciosa, tonificante y remineralízate. Muy recomendable en caso de resfriados, gripes e infecciones de garganta.
Hipertensión: las curas de mandarinas dan muy buenos resultados en casos de hipertensión arterial y arterioesclerosis, gracias a su aporte de potasio.
NO deben tomarlas
Si se tienen problemas digestivos: gastritis, hernia de hiato, acidez, úlceras, enfermedades renales o cálculos renales.
Usos culinarios
Cuando llega su temporada y en su punto óptimo de maduración podemos tomar unas cinco o seis mandarinas. Lo ideal sería tomarlas a media mañana o media tarde.
Cura de mandarinas, se realiza durante uno o dos días por semana durante un mes. Consiste en tomar de 1,5 a 2 kilos de mandarinas como único alimento. Esta cura se suele hacer en otoño o invierno.
Como postres sencillos, se pueden preparar con miel, como las naranjas o como ingrediente en una fondue de frutas con chocolate es delicioso. Se pueden hacer tartas o pasteles exquisitos.
La industria acapara el 20% de la cosecha, para elaborar mermeladas, conservas, zumos, alcoholes… Pero también nosotros podemos hacer mermeladas caseras de mandarinas.
Consejos para su compra
Al comprarlas, hay que elegir las más pesadas, porque van a ser las más jugosas. También conviene fijarse en las variedades disponibles a lo largo de la temporada y su relación calidad / precio acorde con nuestros gustos.
A partir de finales de Octubre ya suelen tener el punto de dulzor óptimo. Hasta Febrero están en su apogeo. Por supuesto eso depende de la variedad de mandarina y las zonas geográficas.
¿Sabías que..?
El aceite de mandarina mejora el ánimo y calma la ansiedad. Con solo unas gotas de aceite de mandarina podrá alegrar la atmósfera del hospital. El aroma de las mandarinas mejora el ánimo de los pacientes y combate el típico olor séptico de las habitaciones en los hospitales.
Ponga un poco de aceite de mandarina en un pañuelo y colóquelo debajo de la almohada del paciente.