La obesidad infantil sigue en ascenso
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Existen múltiples causas para la obesidad infantil, como factores genéticos y estilos de vida poco saludables.
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Según la Organización Mundial de la Salud la obesidad y el sobrepeso son “una acumulación anormal o excesiva de grasa que puede ser perjudicial para la salud.” De acuerdo a sus estimaciones, en el mundo habría cerca de 22 millones de niños, menores de cinco años, con estos problemas; mientras que en Chile la tasa de obesidad infantil llegó a un 20,8 por ciento en 2008, según un estudio realizado por la Junaeb.
¿Pero como sabe si un niño padece de esta enfermedad? Normalmente se calcula el índice de masa corporal o IMC (relación peso en kg. /talla² en m), sin embargo, éstos cálculos son más complicados en la etapa de crecimiento – de 2 a 20 años h; ya que “los niveles de grasa corporal en los jóvenes varían a medida que éstos crecen, bajando durante los años preescolares y aumentando en la adultez.”.
Es por esta razón que para determinar si un niño sufre de obesidad infantil se utilizan gráficas estándar de IMC, en las cuales el niño obeso “tiene un IMC sobre el percentil 95 para su sexo y edad”, explica la nutrióloga infantil del Departamento de Pediatría.
Existen múltiples causas para la obesidad infantil, como factores genéticos y estilos de vida poco saludables (sedentarismo y mala alimentación). Por lo general se trata de una “compleja interacción de factores sociales, culturales, familiares y personales, que se refleja en hábitos de vida poco saludables que favorecen el aumento de la masa grasa corporal”.
Comúnmente el tratamiento de la obesidad infantil es muy similar a la de un obeso adulto; “sin embargo, en niños se es más conservador, ya que se trata de organismos en crecimiento, de manera que no se debe ser muy restrictivo en la alimentación”, especifica la especialista.
No obstante, y debido a la diversidad de causas, el tratamiento es personalizado y comprometido a toda la familia, cambiando los hábitos de alimentación y aumentando la actividad física. Es poco frecuente la utilización de medicamentos y, aún más, la realización de alguna cirugía.
La guerra contra la obesidad infantil
La prevención sigue siendo el método idóneo para luchar contra lo que se ha denominado la “epidemia del siglo XXI” o “Globesidad”, fomentando hábitos de vida saludable en alimentación y un estilo de vida activo. Para ello el Ministerio de Salud (Minsal) creó, en el año 2006, la “Estrategia Global contra la Obesidad”, la cual es parte de la “Estrategia Mundial sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud”.
El programa EGO tiene una variación aplicada a los establecimientos educacionales, EGO Escuela, que trabaja con las escuelas de todo el país, aumentando las horas de actividad física y la oferta de alimentos saludables en los quioscos. Iniciativa que ha sido emulada y ha impulsado otras intervenciones integrales promotoras de una vida saludable.
También el Minsal ha lanzado la “Estrategia de Intervención Nutricional a través del Ciclo Vital”, que busca destacar “la magnitud de la actual epidemia de obesidad (…y) la importancia que tiene el trabajo multidisciplinario e intersectorial, en la prevención y manejo del problema. También, enfatiza la importancia de la prevención a través de intervenciones iniciadas precozmente y mantenidas por todo el ciclo vital.” (Vía Minsal)
Además del impulso de diversos programas privados a nivel nacional, como la iniciativa Chile crece sano liderado por Chilealimentos A.G., que fomenta la alimentación equilibrada, ó NutriRSE, en cual reúne 12 proyectos de responsabilidad social empresarial impulsados por compañías reconocidas, en cuando a la promoción de la actividad física y nutrición.