Tormenta solar
La Tierra está siendo alcanzada por una de las más fuertes tormentas solares de los últimos años, que incluso podría llegar a afectar al tráfico aéreo y al funcionamiento de los satélites orbitales, advirtieron astrónomos alemanes del MPS.
La tormenta solar, con una fuerza mayor a la que alcanzó la Tierra a finales de enero, puede dar lugar a las conocidas auroras boreales en el norte de Europa.
Los astrónomos germanos señalaron que los primeros efectos de la tormenta solar,
cuya erupción se produjo en la mitad izquierda del astro rey, pudieron
apreciarse ya a última hora del miércoles y que se espera que en los
próximos días muestre su máxima potencia.
"No nos dará de lleno", dijo uno de los astrónomos, quien comentó que la tormenta solar rozará la Tierra por la izquierda, pero advirtió de que se esperan para el fin de semana erupciones más fuertes que podrían dar de lleno a nuestro planeta.
Muchos satélites se orientan y dirigen por el posicionamiento de las estrellas y se quedan 'como ciegos' cuando se producen tormentas solares con emisiones fuertes de partículas.
Este es el caso actualmente de la sonda Venus Express, que orbita en torno al planeta que lleva su nombre y cuyo control se está viendo dificultado por las tormentas solares.
Los astrónomos alemanes esperan que las tormentas solares se intensifiquen más aún a mediados de 2013 debido a una fuerte actividad cíclica del astro rey, que oscila en un ritmo de unos 11 años y que se encuentra en aumento desde 2010.
Datos de la NASA
La NASA también advirtió de las dos enormes llamaradas solares
que prorrumpieron en el espacio el pasado martes, según detectaron del
Observatorio de Relaciones Terrestres (STEREO), una de las dos
principales misiones de la NASA que estudian el Sol.
La primera llamarada, ha sido catalogada como la mayor de este ciclo de actividad solar
y la segunda más grande detectada desde 2006. Viaja a más de 2.000
kilómetros por segundo mientras que la segunda, un poco más lenta, a
unos 1.770 kilómetros por segundo. Valentín Martínez Pillet,
investigador del IAC, ha comunicado que el Sol no está cambiando ni
haciendo nada que no haga siempre. "Los que hemos cambiado somos
nosotros que cada vez tenemos más tecnología susceptible de verse
afectada y fallar por estas tormentas solares", afirma.
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