Síntomas de meningitis
En este artículo veremos los síntomas de meningitis, sus posibles causas y cómo prevenirla por medio de la alimentación y los remedios naturales.
¿A qué llamamos meningitis?
La meningitis es una inflamación de las meninges producida por diversas causas: virus, bacterias, hongos, intoxicaciones, medicamentos. La producida por virus es la más común y frecuente, la menos preocupante y la que tiene mejor pronóstico. El resto de infecciones producidas por bacterias, hongos, etc, son graves y pueden producir la muerte del paciente.
Nos centraremos en la meningitis meningocócica ya que es mucho más frecuente que aparezca en niños, adolescentes y también en personas imnunodeprimidas.
Sólo a través de los síntomas de meningitis no podemos diferenciar si el tipo de meningitis es bacteriana o viral, por dicho motivo es necesario acudir a un centro médico ante cualquier sospecha.
¿Cual es la causa de la meningitis meningocócica?
Este tipo de meningitis es causada por la bacteria meningococo.
Como hemos comentado se presenta en niños con edades comprendidas entre uno y los cinco años y adolescentes. Por este motivo pueden darse brotes en escuelas, guarderías, centros educativos, etc.
Esta bacteria puede permanecer en la garganta de un individuo sin producir ningún tipo de síntoma, pero puede transmitirse a otra persona y producirle la enfermedad.
La meningitis meningocócica puede producir una infección generalizada, provocando un cuadro llamado sepsis meningocócica, o también afectar única y exclusivamente al sistema nervioso produciendo una meningitis (inflamación de las membranas que cubren el cerebro y la médula espinal - meninges).
Un factor de riesgo puede ser haber tenido una infección reciente de las vías respiratorias altas o exponerse a contacto con este tipo de enfermedad.
Esta meningitis tiene diversos grupos: A, B, C y otros, aunque el más frecuente en España es el tipo B.
Síntomas de meningitis
Inicio repentino.
Conciencia alterada.
Fiebre alta 39-40ºC y escalofríos.
Fotofobia (sensibilidad a la luz)
Dolor de cabeza intenso.
Nauseas.
Vómitos.
Rigidez de nuca.
Pueden aparecer también otros síntomas de meningitis
Respiración rápida.
Cuello y cabeza arqueados hacia atrás.
Manchas en la piel de color rojo/morado que aparecen en el cuerpo al cabo de unas horas y que no desaparecen al realizar presión sobre ellas.
Medios de diagnóstico
Análisis de sangre: para ver si es una infección bacteriana o vírica.
Radiografía de tórax para descartar una pneumonía
Punción lumbar con la que se obtendrá una muestra de líquido cefalorraquídeo, el cual se verá alterado en presencia de meningitis.
En caso de tratarse de un niño pequeño se realizará también un análisis de orina para descartar un problema urinario.
TAC de la cabeza.
Tinciones y cultivos.
El diagnóstico precoz y su tratamiento son muy importantes para evitar la posible muerte y prevenir las posibles secuelas (daño cerebral, derrame subdural, hidrocefalia...)
Tratamiento de la meningitis
El tratamiento convencional habitual pasa por prescribir antibióticos en el caso de la meningitis bacteriana. Se administran diferentes medicamentos que irán dirigidos a controlar las posibles complicaciones: crisis epiléptica, el edema cerebral, etc.
Los antibióticos no tienen efecto en caso de meningitis viral. Normalmente es benigna y suele curarse sin ningún tratamiento especifico.
El tratamiento natural no será posible en el caso de meningitis bacteriana o meningitis virulentas.
Por el contrario sí que se podrá incidir en la meningitis vírica del siguiente modo:
Depurar el cuerpo: caldos vegetales e infusiones de cola de caballo, ortiga...
Aves de corral, yema huevo, frutos secos, legumbres, levadura de cerveza por el aporte de Zinc o suplementos de zinc actividad antivírica local y directa.
Vitamina C aumenta la función leucocitaria, la producción de interferón y la actividad de los anticuerpos.
Echinacea. Estimula la función inmunológica.
Sauco, la replicación vírica del ADN.
Astrágalo, es una planta china inmunoestimulante que hace aumentar los leucocitos.
Prevención
Desde la sanidad pública se recomienda la vacunación. La vacunación en niños y adolescentes menores de 19 años, solo protege de la meningitis tipo C. La prevención para el meningogoco tipo B, es la administración de antibiótico para eliminar el microorganismo de la faringe.
Evitar el contacto con personas infectadas, ya que el microorganismo se transmite de persona a persona mediante las secreciones faríngeas y nasales.
Tratamiento con antibióticos de las personas que han tenido contacto con el enfermo
Dieta y meningitis
A través de ella podemos reforzar nuestro sistema inmunitario. Son buenos aliados, el ajo, la cebolla, los limones y frutas cítricas, el rábano y todos los vegetales derivados de las crucíferas (brócoli, col, etc.)
Mantener la flora intestinal en condiciones óptimas es imprescindible para el sistema inmune, por lo que deberemos consumir fermentados como el yogur, kéfir, choukrout y alimentos que contengan fibra como son verduras y frutas. Podemos también suplementarlo a base de prebióticos.
Emociones y meningitis
El estrés y las emociones negativas influyen directamente sobre nuestro sistema de defensa. Hacer ejercicio, realizar actividades lúdicas, yoga, meditación, relacionarnos con nuestros amigos, serán una buena técnica.
En todos los casos le recomendamos consultar con su médico, terapeuta u otro profesional de la salud competente. La información contenida en este artículo tiene una función meramente informativa.