L A OBESIDAD
Aunque pueda parecer un asunto de estética, la obesidad es actualmente un problema de salud pública y debe verse como una enfermedad que día a día gana más adeptos.
Resultan alarmantes las cifras que la Organización Mundial de la Salud proyecta para el año 2015, donde se espera que habrá aproximadamente 2.300 millones de adultos con sobrepeso y más de 700 millones con obesidad en todo el mundo.
Frente a estas estadísticas Venezuela no es la excepción, pues ubican en 29.6% a nuestra población mayor de 15 años con sobrepeso, lo que nos coloca en la posición número 6 dentro de la lista mundial de consultores Euromonitor, 2009- detrás de México.
Una desproporción que acompaña a muchos
La obesidad viene dada por una cantidad excesiva de grasa corporal. De acuerdo con la Dra. María Alejandra Aponte, médico internista, endocrinólogo y tiroidólogo del Servicio Medico Total, en todo organismo debe existir un balance entre lo que se come y lo que se excreta. Cuando hay una interrupción de éste se produce entonces, la obesidad. “Las maneras de excretar que tenemos son a través del ejercicio, evacuaciones y el sudor que normalmente el cuerpo produce como parte del metabolismo”.
La manera más sencilla de determinar el sobrepeso u obesidad es a través del Índice de Masa Corporal. Para calcularlo, divida su peso en Kg entre el resultado de multiplicar su estatura en metros por sí misma. Por ejemplo, si Ud. pesa 75 Kg y mide 1.62 m, multiplique: 1.62×1.62=2.62, luego divida 75/2.62= 28.62.
De acuerdo con esa relación se ha establecido la siguiente clasificación: Entre 18.5 y 24.9 de IMC el peso es normal. De 25.0 a 29.9 de IMC hay sobrepeso. Cuando el IMC está entre 30.0 y 34.9 se dice que hay obesidad grado 1. Si el IMC se ubica entre 35.0 y 39.9 la persona padece obesidad grado 2 y si tiene 40.0 o más de IMC, estamos hablando entonces de obesidad extrema o mórbida.
Pero tan o más importante que el IMC es el valor de la circunferencia del área abdominal, ya que refleja el volumen de la grasa visceral, responsable de alteraciones metabólicas como: Problemas de sensibilidad a la insulina, problemas de inflamación, problemas cardiovasculares y trastornos en la diferenciación de las células grasas.
El Grupo Latinoamericano para el Estudio de Síndrome Metabólico, estableció que para nuestra población, la circunferencia abdominal debería ser menor de 88 centímetros en las mujeres y de los 94 centímetros en los hombres. Al respecto, la Dra. Aponte añade que una persona puede tener un índice de masa corporal perfecto y una circunferencia abdominal aumentada, diagnosticándose al paciente con obesidad central, lo que lo predispone a los riesgos ya señalados.
¿Enfermedad o condición?
“Definitivamente, la obesidad debe ser vista como una enfermedad, porque además trae más enfermedad. Está comprobado que un paciente con obesidad tiene riesgo de sufrir Accidente Cerebro Vascular, enfermedad coronaria, diabetes tipo 2, hipertensión arterial, páncreas graso, infertilidad, trastornos menstruales, algunos tipos de cáncer, osteoartritis, síndrome metabólico y concentraciones anormales de triglicéridos en la sangre, entre otros. Estamos hablando de un problema que es serio, que debe ser visto así y no como una cuestión de estética”, explicó Aponte.
Adicionalmente, en los casos de obesidad extrema surgen problemas respiratorios como el Síndrome de Hipoventilación, que puede condicionar apnea obstructiva del sueño. La obesidad conduce también a hígado graso o esteatosis hepática, la cual puede llegar hasta cirrosis hepática.
Factores condicionantes
La etiología de la obesidad es multifactorial. En la mayoría de los casos se debe a un desbalance energético entre lo que se consume y lo que se gasta, pero también entran en juego otras causas como un estilo de vida poco activo, genes y antecedentes familiares, problemas de salud, medicamentos y factores emocionales.
El medio circundante
Otro factor que incita a la obesidad es el medio en el que nos desenvolvemos, actualmente son muchos los restaurantes de comida rápida que ofrecen raciones extra grandes, a esto se pueden sumar los cines, estaciones de servicio, cafés y supermercados que brindan bocadillos llenos de una inmensa carga calórica.
La industria publicitaria nos rodea con avisos que promueve también el consumo de alimentos con alto contenido de calorías, grasas y bebidas azucaradas. Es así, como finalmente las personas compran e ingieren comida poco saludable, que contribuye al aumento paulatino del peso.
¿La obesidad puede curarse?
Para responder a esta interrogante la Dra. Aponte señala que tiene cura si se pueden colocar en regla los factores desencadenantes, aunado a que exista por parte del paciente, la disposición a dar cambios en el estilo de vida y en los hábitos alimenticios. Quienes sufren de obesidad deben saber que con perder el 10% de su peso, están reduciendo un 30% la grasa visceral.
“El tratamiento de esta enfermedad es multidisciplinario, el equipo debe contar con profesionales capacitados en Endocrinología, Nutrición, Entrenamiento físico, Cirugía Bariátrica, y es fundamental el apoyo del psicoterapeuta especialista en obesidad, ya que una persona puede comer en exceso porque existe un problema de trasfondo como adicción o sustitución”, agregó.
En definitiva, la Obesidad no solo se pesa, también se mide y su resolución es tarea de todos.