A MIS HIJOS Cuando me haya ido me habré llevado mi verdad Y habré cumplido con lo que la vida me encargó para darles. Les enseñe el sendero a mi forma de ver, si llegaran a equivocarse ese habrá sido su desafío su verdad... Pero habré cumplido con querer enseñarles un camino sin sufrir. Y cuando me haya ido con la conciencia tranquila del deber cumplido, les dejaré como herencia mi verdad: ¡El amor por la vida bien vivida!
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