La cultura religiosa nos ha impuesto fantasmas culturales, que no solo nos ha castrado para un goce libre de nuestra sexualidad, sino tabúes y falsos patrones difíciles de superar, porque son pesadillas con las que tenemos que convivir… y desafortunadamente de una u otra manera, siempre nos veremos de una u otra manera vinculados casi todos. Uno de ellos es la infidelidad y las consecuencias de los celos. Podemos ser infieles física o espiritualmente. No siempre se da por deslealtad o traición… porque a veces se falta a esa promesa sagrada que cree que el amor es para siempre; en verdad el amor es inmortal, pero el desencanto o las circunstancias, a veces hace que cambie de lugar… sus consecuencias son infestas por el daño que genera o los perjuicios o consecuencias que acarrea, afectando a terceras, cuartas y más personas en muchos casos. Nada en la vida es perfecto, por eso no existe el crimen perfecto. La persona engañada siempre se considerará desdichada, infeliz y por eso las desafortunadas inducen las razones o concluyen razonamientos que tienden a desvirtuar la realidad. El amor es un sentimiento natural y por eso no se puede considerar diabólico. Es nocivo si atropella a las personas o no respeta parámetros o códigos. Solo puede considerarse mefistofélico, cuando busca el mal o la prostitución de alguien o de una relación. Realmente hay amores dañinos, obsesivos, mentalmente enfermos y esos son traumáticos o peligrosos; una persona celosa, más que perjudicial, es un lastre y una enemiga en potencia; del celo a la perturbación solo hay centímetros… es muy fácil difamar en estas circunstancias y solo se tranquilizará, cuando saboree con regusto su venganza; el cornudo se sentirá el ser más miserable, más utilizado y burlado… a veces como un imbécil o un idiota útil. Así nos burlemos diciendo que una persona sin cuernos, es como una primavera sin flores, no es una actitud o comportamiento normal… a veces se acepta como vicio de la pareja, ya que nuestra cultura asocia al engañador como un buen machista.. y a la infiel como una impía perdida, como una puta casqui floja, una diabólica perdida. Creo en el amor circunstancial, porque hay ocasiones que se prestan; el medio o el escenario, la calidad de asistentes, las cisuras del alma, la proximidad a los agentes erotizadores naturales o circunstanciales; la luna o “el momento”, ciertos incidentes o accidentes imprevisibles… la soledad… hay cantidad de eventualidades que se salen de las manos de nuestros códigos de ética y buenas costumbres… por eso es inevitable el besar a una persona atractiva, salvo por razones de fuerza mayor… es inevitable el desear cuando se sienten o acarician ciertas partes del cuerpo, salvo por razones de fuerza mayor… no es desatinado el jugar un poco con el fuego ni es impudoroso cierto flirteo.. con una persona esplendorosa… y cualquier sitio se presta para ello… una piscina, una fiesta, una tertulia, un café o restaurante o la misma oficina… usted no le puede decir no a las reacciones químicas de sus sentimientos y de su cuerpo. El amor entre cuatro es imposible, no considero normal un comportamiento “swingler” y por lo general las raíces de los intercambios de pareja nacen de situaciones orgiásticas o de un desencanto que busca excitantes externos… el amor entre tres, tampoco es que sea natural, pero hoy se acepta bastante; es una forma de no acabar una relación, de complementar, creemos que “ojos que no ven” e inclusive parejas que llegan al hastío, pero que están muy comprometidas por lo económico o otras circunstancias, hacen un pacto verbal o silencioso, para que cada uno tire por su lado y felices los cuatro… Así como existen cantidad de factores para el enamoramiento, existen centenares de factores que llevan a la rutina, al polvo misionero, a la rutina, al hastío absoluto…en ese momento hacerle el amor a una morsa es casi lo mismo… Cuando ese cansancio o fatiga lleva al fastidio, es inevitable la indiferencia; usted se sentirá sucio o sucia haciendo el amor… todo le fastidiará, hasta un roce o el más mínimo mimo; ya no se justifica el exigir razones, por qué, no importa quién falló… el orgullo estará demasiado pisoteado para aceptar o discutir razones; se creerá que se tenía todo, pero sexo sin amor, es muy diferente a amor con sexo. No pienso que existan príncipes ni princesas azules. Todos somos imperfectos y es muy natural la búsqueda de complementos; más si esa carencia es una necesidad de afecto. Usted se puede sentir hasta la coronilla de soportar, cansado o fastidiado, pero si alguno siente repugnancia ¡Tarjeta roja! No hay nada que hacer. Acéptelo. Toque a una retirada honrosa. La indiferencia es una forma de advertir o aburrir a su pareja, es una forma de decir: Hasta aquí no más. No utilice a los hijos como excusa. El callar no borra las huellas; es mejor volver a comenzar sin esos malos recuerdos. No trate de jugar al Dr. o Dra. Corazón, es imposible dejar como antes a un corazón roto…aconseje un trasplante, que es la oportunidad a una nueva vida. Aconseje y enseñe a vivir un buen duelo y sobre todo, jamás aconseje la venganza ni caiga en las redes de los despechados… esas personas son bastardas que solo piensan en vengarse, porque nunca aceptarán la realidad. Todos creemos que las mentiras piadosas o un pecadito venial, jamás llevaran a una relación peligrosa, lujuriosa, obsesiva, mortal… pero los pecados capitales siempre pasan dolorosas y costosas cuentas de cobro. Debajo de la piel de un inocente pecadito venial, se puede esconder una arpía, una buscadora, una escaladora… Cuando piense: Esto no me puede estar pasando a mí, piense en las raíces o posibles razones, analice las fallas, evalúe opciones o posibilidades de arreglo...pero no se engañe, vea la realidad y no lo que desea ver o escuchar. Una historia siempre tendrá un principio y un final; hay cuentos cortos y novelas; piense si en verdad es la heroína o la bruja de la historia. A veces no es bueno preguntar, ¿qué tiene ella o él, que no tenga yo? Pueden ser muchas las respuestas desagradables… pero hoy en día lo económico es un cáncer… es como si la felicidad dependiera de lo económico. Hable, hable y hable. No deje que la incomunicación los transforme en extraños, en desconocidos. Siempre se quiere saber el cómo es él o ella. ¿Para qué hacerse más daño? Qué importa saber cuáles fueron las circunstancias o los motivos que los llevaron a una aventura; el cómo se conocieron es tan irrelevante al donde lo hacían, cuando, cuantas veces… si bailaban… que les gustaba compartir… cuáles eran sus preferencias sexuales… que sitios frecuentaban… Cada persona es diferente, cada idilio es único...no existen libretos… Lo más absurdo es intentar cambiar para competir contra ese fantasma… si ha perdido la seguridad en el ser que ama, jamás volverá a tenerla. El sexo es básico. No importan los centímetros… ya sabemos que las vaginas se ajustan… lo importante es el manejo…el preámbulo… el tiempo o demora en la eyaculación...la calidad de los orgasmos; la magia, la locura… todo depende del ritual. “El amor de oficina” es más común de lo imaginado y es casi inevitable… allí las personas respiran y se mueven en ambientes muy diferentes… se comparten muchas cotidianeidades… se viven muchas oportunidades… se fantasea… en rio revuelto… siempre ganan los buenos pescadores… Un clavo no siempre saca al otro clavo… No juegue al psicólogo o psiquiatra… en el fondo todas las personas conocemos las respuestas… lo que pasa es que no nos conviene escuchar… piense que la razón siempre la tendrá “la petit mort”, o una buena eyaculación… piense que a una amante ¡jamás le duele la cabeza! Ni “eso” le impide el sexo… ni siempre está cansada… si su pareja es fuerte, autoritaria, temperamental, dominante… puede perder con facilidad ante una persona dulce, romántica, chistosa, agradable, culta, que siempre le está mirando a los ojos, alabándole… que se pueden pasar horas juntos y parecen instantes… No hablo como un profesional, simplemente como un lesbiano con un poco de experiencia, con logros y fracasos amorosos… No dude en contactarme si necesita una consulta y no se preocupe por la cuenta: ¡Se reciben abonos en especie! Recuerde: El amor nunca se acaba o muere… simplemente cambia de lugar… Si esta solo o sola, busque en el lugar indicado. Una rosa no se busca en un lodazal. Quiérase y respétese. No suplique. Valórese. |