Amor mío, no me hagas esperar,
que el amor es infinito y de dar,
no me dejes sin ti, ahora, sin tomar,
que el amor que yo tengo se puede marchitar.
Amor mío, no me hagas dudar,
que en el amor heridas puedes dejar,
y mi corazón, todo pasión, desea a ti llegar,
mas no puedo llegar a ti, amor, con tu callar.
Amor mío, no me hagas sóla caminar,
que en la soledad no te puedo abrazar,
mas tus besos, tus caricias son un suspirar,
mas tu cuerpo con el mío, una historia singular.
Amor mío, déjate tú por tu corazón llevar,
mas no mires si a mí me puedes o no dañar,
mas el amor hacia ti, nadie me lo va a robar,
mas serás tú quien decidas si contigo o no volar.
Amor mío, seme sincero y ponte en mi lugar,
que hoy es un día hermoso para poder hablar,
mas no deseo tu tristeza en ningún respirar,
mas deseo que tú y yo seamos como el mar.
Amor mío, recuérda siempre tu bello despertar,
con un beso en los labios, sin deseos, sin anherlar;
recuerda nuestros cuerpos cuando no se podían separar,
mas recuerda más el éxtasis provocado por el dulce amar.
Amor mío, ahora tú y yo, separados, sin abrazar,
seguimos amándonos sin tan siquiera vernos ni rozar;
y es ese dulce y eterno amor que me hace vibrar,
y que en mi corazón latiente no para de sonar.
Autora: Rosa Mª