Mi cuerpo, junto al tuyo, vibran;
son algo más que fuego, locura;
tus brazos y los míos se pierden,
tus manos buscan la aventura.
Nuestros deseos, son los mismos,
nuestra pasión, totalmente encendida,
aunque no sea amor, sólo deseo,
permanecemos juntos en la noche oscura.
Mi sensibilidad, al igual que la tuya,
están a cien aunque no corramos,
tranquilo, no hay prisas, despacio,
todo sucederá tal cual hagamos.
Nuestros cuerpos, mariposean juntos,
quizás es la primavera, quizás tu presencia,
pero siento y sientes que nos necesitamos,
y ahí estamos precisamente tocándonos.
Nuestros besos, nuestras lenguas, juntas,
ya nada nos separa ni primavera ni mañana,
ahora estamos en el lecho fundidos, estrechados,
dándonos lo mejor que uno y otro podamos.
Aunque no sea amor eterno, querido mío,
tú y yo nos estamos entregando,
pues yo... ahora pienso en este momento, querido,
ya que el amor no es lo que tú y yo nos estamos dando.
Ahora mi querido amor del presente y tal vez fugaz,
démonos todo cuanto la vida nos da,
penétrame cuanto pasión me puedas entregar,
pues yo, cariño, sé que ahora estás en mis manos,
sé que nos amamos en este momento, en este lugar,
puede que irrepetible, puede que cometamos error,
pero disfrutemos ahora que podemos,
que después, a lo mejor, tú y yo ya no somos dos.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester