Sólo la verdad sabe entender,
que poesía y vida son de merecer,
que salud y dicha son gran tener,
que son y melodía son un saber,
que riqueza y don son un querer.
Si la verdad fuese entendida,
como la llama que sabe encender,
como la mano que hay que tender,
como la sabiduría que tiene cabida,
como la flor que puede emerger.
Sin la verdad no existe merecer,
que llanto y caída pueda retener,
que valor y fe pueda al fin ceder,
que tiempo y espacio suceder,
que victoria y lucha su entender.
Suele ser la verdad el volver,
el principio de no desear caer,
el final del silencio y el creer,
la llave del reino del placer,
la inmensidad o no del querer.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester