¿Quién no ha probado la soledad?¿Quién, en algún momento de su vida, habrá deseado estar solo que mal acompañado?¿Qué es la soledad?.
Momentos, instantes, encuentros, desencuentros, rechazos, engaños..., ¿dónde nos llevan?. La soledad es un paso, una pieza de puzle de la vida inoportuna, tal vez un silencio inagotable o, quizás, un esperado encuentro con el alma.
¿A quién le gusta la soledad? ¿Es mejor vivir fingiendo un amor que no se tiene, una compañía ingrata, una mentira tras otra para disculpar la soledad que no se quiere?.
Lo que sí es cierto que el encuentro con uno mismo se halla con la soledad, para conocerse, para tenerse; y que sin ese primer encuentro, sin ese primer conocimiento, cualquier tipo de relación será vana.
Se vive intensamente un amor, una amistad, ... ¿hasta cuándo? ¿qué es lo que hace o marca el cuándo?.
Vivir en soledad es triste y duro, sí, pero también es un encuentro profundo con la propia persona, con sus necesidades y percepciones, tampoco sabiendo su final.
¿Por qué es triste la soledad? ¿Qué ventajas tiene una compañía que tal vez no sea la ideal?
¿Tal vez vivir en uno mismo es fracaso?¿Egoísmo?
No sé hasta qué punto la soledad es saludable o no, pero también es cierto que vivir fingiendo una convivencia inoportuna, ciega, insatisfactoria es menos saludable que momentos largos y equilibrados de soledad.
La soledad puede ser buena o mala en función de cómo se la maneje. Puede ser silenciosa y acogedora si es el medio en que la persona crece como tal, o puede ser letal e inquebrantable cuando de ella no se consigue un sólo segundo de paz.
Lo importante de la soledad o la compañía es adquirir el equilibrio apropiado para vivir en armonía con la vida, con el instante, no dejando que se escape.
No hace falta tener desespero por vivir en soledad, tal vez tristeza; pero más triste es estar con alguien o convivir con alguien al que se puede dañar por no saber vivir primeramente consigo mismo de una manera sana.
Saberse querer uno mismo es el primer paso para dejar la soledad y para dar el paso primero para poder querer y amar.
En tanto uno no se halle a sí mismo, no puede hallar a otro en su camino.
Autora: Rosa Mª Villalta Ballester