La pureza de una persona es una de las cualidades más refrescantes que podemos estar alrededor. Es como un manantial refrescante que calma el corazón. La pureza no significa perfección - sólo significa que la intención del corazón de una persona es verdadera y es hacia la Luz y no hacia los temores personales. La pureza de intención permite servir el conjunto y para ser elevado por la Voluntad Divina. Una persona con un corazón puro, ha llegado a aceptar el Ser suficiente para estar al servicio de algo más grande que el pequeño yo. Una persona con un corazón puro es exigente y sin juicio porque saben que todos los seres sufren y aprenden a través de sus errores y temores. Una de las cosas más poderosas que podemos hacer cada mañana es llegar con nuestro corazón y asegurarse de que nuestras intenciones son puro - tan puro como puede ser. Esto no quiere decir que estamos más allá de nuestra humanidad, sino que nos puede ayudar a alinear verdaderamente la energía del sol. El Sol atraviesa el corazón puro. Cuando nuestro corazón se expande por el aliento de la vida y en perfecta confianza de que recibamos los rayos luminosos del Amor Divino y los enviamos al mundo para hacer milagros.